De un deseo o no me gusta lo que tengo

Si Dios me regalara un poco más de vida, lo más probablemente es que  no diría todo lo que pienso, y pensaría todo lo que digo antes de decirlo. Me dejaría de tonterías, de nada me puede servir el carro más caro o la casa más lujosa si no puedo salir de mi cama. Si tuviera un trozo más de vida, dormiría menos y soñaría más. Mantendría más tiempo mis ojos abiertos, un minuto son sesenta segundos que me perdería de luz.

Si pudiera alargar mi vida, comería mas helado de chocolate, nunca despreciaría un trozo de pastel y me ahogaría bebiendo café. Andaría cuando todos los demás se detienen a esperar, despertaría más temprano para ver a todos dormir.

Si Dios quiere y vivo un poco más, escucharía más a la gente. Tomaría baños de sol desnudo, me tiraría dejando al descubierto no solo mi cuerpo, sino también mi alma. Vestiría de una forma más sencilla, no necesito más de lo que tengo. Escribiría todos mis odios en lienzos de hielo.

Si tuviera un poco más larga mi vida, le diría a diario a la gente que quiero, que la quiero. Le daría alas a los niños, pero los dejaría que solos aprendieran a volar. Trataría de convencer a cada mujer y hombre que conozco, que son mis favoritos y viviría eternamente enamorado del amor. Enseñaría que la muerte no viene con la vejez, sino con el olvido.

Si Dios me diera un poco más de vida, rezaría menos y ayudaría más. Caminaría descalzo por el pasto, me mojaría en la lluvia y contemplaría las nubes. Les diría a todos que la vida es demasiado corta para tomarla tan enserio. Me reiría más de mi mismo.

Si pudiera tener un trozo más de vida y antes de dar mi último suspiro,  te tomaría de la mano y vería tus ojos.