domingo, 16 de septiembre de 2012

De la despedida o cerrar ciclos


Muchas veces me imagine que este día iba a llegar, pero nunca me imagine que llegara tan pronto. Pues bien, hoy es el día que se cumple lo prometido y llegamos a la fecha anunciada. Hoy se cierra un ciclo para darle entrada a uno nuevo.

Fue un año que realmente no tengo idea del cómo fue que le hice para escribir por lo menos una cuartilla diaria. Me da gusto saber que todavía tengo la capacidad para lograr mis metas y que a pesar de todo, pude con el compromiso que me hice a mí mismo.

Este año representa toda una vida, todo lo que paso y todo lo que debería haber pasado sucedió. Vi nacer, vi morir, me vi morir, me vi renacer. Es este tiempo la vida siguió su curso y me deje llevar en él. Hubo situaciones que merecen ser recordadas para siempre, hubo otras tantas que no quiero olvidar, pero también hubo momentos que el tiempo y una mala memoria me ayudaran a borrar.

Sobrepase las metas originales; se me hace increíble que solamente publicando en mi muro de Facebook llegara a mas de 10,600 entradas al momento. Todavía no me puedo imaginar los alcances que tiene esta cosa.

Me despido agradeciendo a todos a cada uno de mis lectores, no los conozco a todos, pero muchas gracias por dejarme compartir con ustedes mis locuras.

Muchas gracias a la toda la gente de Canadá, Estados Unidos, México, El Salvador, Honduras, Guatemala,  Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Argentina,  Uruguay, Brasil, Venezuela, España, Alemania, Rusia, Letonia, Reino Unido, Francia, Kenia, Australia, India, Japón, entre otros, aclaro que no están en orden de importancia. Me disculpo si omití a alguien, siempre es el riesgo cuando esto se hace.

Nunca pretendí más que esto fuera un mero ejercicio de libertad de expresión, pero que fuera por momentos divertido. Tampoco quise en ningún momento convertirme en educador virtual o imponer mi punto de vista. Lo único que realmente pretendí para los demás es que leyeran un poco diario. Sin más aminos de pasar unos minutos de su vida leyendo algo que podía o no ser de interés general, o de mera utilidad.

Gracias por dejarme compartir buena parte de todo lo que traigo en la cabeza. Que aunque hubo momentos en los que no sabía ni que escribir, siempre algo ocurrió y algo mágico sucedió a la hora de postrarme frente a la computadora. Fueron muchas horas muy bien invertidas. Es el año en que más he leído y que más he escrito en mi vida.

Nuevamente les reitero todo agradecimiento y cariño. Por fin entendí lo que es nutrirse de los demás, gracias a cada lector y comentario fue la forma en que me daba energía para seguir adelante.

Hoy terminamos una aventura, pero ya andan rondando otras ideas por mi mente. Muy probablemente regrese con otro proyecto, todavía no tengo definida la idea o tal vez regrese a lo mismo,  algo se me ocurrirá.

Me despido con lo único que se me ocurre: “Gracias”, no tengo más palabra que decir.

YA LO DIJE. 16/09/2012.

sábado, 15 de septiembre de 2012

De compartir o de estar juntos


Con este escrito cumplo 365 días escribiendo de manera ininterrumpida, queda todavía uno más para completar esta aventura que en un arranque de locura se me ocurrió en mi soledad sentado frente a la computadora portátil en una mesa de café.

Por 365 días he compartido mis memorias, mis temores, mis fobias, mis alegrías y mis estupideces. He aprendido a desarrollar el disfrute de saberme capaz de compartir mis sentimientos con los demás.

Para poder desarrollar la compasión y la empatía con nuestros semejantes hay que ser capaces de compartir el sufrimiento y las alegrías con los demás.

A media que fui descubriendo el gozo que representa el compartir, entiendo que lo correcto es compartir para que otros también lo disfruten. En un ejercicio pleno de dar y de evitar a toda costa el egoísmo, saber compartir hace que otros también entiendan la importancia de ello, para que a su vez tengan la oportunidad de compartir con lo demás.

He ejercido con toda libertad mi libre albedrío y si alguna vez omití algo, fue también ejerciendo tal derecho. Elegí dar lo mejor de mí mismo libremente. Elegí darme por un año al mundo, sin saber ni esperar nada a cambio.

En cada uno de nosotros existe una fuente divina que de saberla manejar podemos dar un paso hacia la generación de felicidad en otros, como es el caso de compartir todo aquello que consideramos alegría, y ¿Por qué no? También todo aquello que nos aqueja; en el mundo siempre habrá ángeles o mensajeros dispuestos a entregarnos su sabiduría a través de los palabras de los demás.

Yo por mi parte encontré no uno, sino varios seres de luz que me acompañaron a lo largo de esta aventura. En especial Flavia, que supone mediar con mis incongruencias, locuras, desesperaciones, bufonerías, mamarrachadas, y de vez en cuando uno que otro chispazo de inteligencia. Tuvo, y tiene, la paciencia para escucharme largas horas diciendo demencia y media acerca de los temas que iba a escribir para el día siguiente.

En este ejercicio de compartir, hoy sé que soy una mejor persona, que el hecho de compartir con los demás, me hizo saber no solamente entregar, sino también recibir. Hoy se escuchar un poco mejor a los demás, y especialmente a Flavia. En este año entendí más sobre ella de lo que nunca me hubiera podido imaginar. Mi cariño, admiración y respeto por su persona, no tiene límites.  Al día de hoy, somos una pareja más plena.

Si logramos que nuestro diario vivir, tuviéramos la intención de siempre ser mejores, disfrutar el momento, saber compartir la vida y sobre todo, poder conectarnos con nuestra fuente interna de felicidad y lograr compartir esto con los demás, no que queda ninguna duda, que estaremos en el camino correcto principalmente en lo que se refiere a dar.

Intente por un este tiempo abrir mi alma, hoy lejos de lo que me imagine, termino fortalecido y nunca vulnerable. Hice lo que hice con gusto. Pero siempre me quedo la duda si realmente  todo el tiempo “¿No sé lo que dije?”, pero ni modo “Ya lo dije”. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

De tengo hambre o receta del día


Ando de antojo y cuando se me antoja algo me da por poner las recetas, así por lo menos comparto mis gustos y tal vez puede que a alguien más se le antoje o se anime hacer de comer algo diferente y en lo personal muy sabroso.

Se me antojo un Falafel o Fálafel, es una croqueta, pequeña hamburguesa o bola la cual es frita en aceite de oliva y se elabora principalmente con garbanzos. Muy popular en Medio Oriente; en países como Egipto se elabora principalmente de habas, también es una excelente opción para el paladar.

Se puede servir como entrada o como bocadillo en pan árabe o pan pita caliente.

Los ingredientes:
Medio kilo de garbanzos o de habas secas peladas (remojadas en agua toda una noche)
2/3 de cebolla picada
½ taza de perejil fresco
½ taza de cilantro fresco
3 dientes de ajo picados
2 cucharaditas de comino molido
1 taza de pan rallado o de harina en cado de no tener pan rallado
1 cucharadita de bicarbonato o levadura en polvo
1 cuadradita de sal
1 pizca de pimienta negra
½ cucharadita de cayena molida (opcional)
Aceite el suficiente para freír.

Preparación:
Lavar con agua y escurrir los garbanzos o habas dejados en remojo la noche anterior.
Triturar directamente los garbanzos “sin cocer” o habas con la batidora o picadora junto con la cebolla, los ajos, el perejil, el cilantro fresco y un taza de agua. Mezclar hasta conseguir una textura espesa.

Anadir la sal, el comino molido, la pimienta, la cayena (opcional), el bicarbonato y mezclar un poco. Se deja reposar la mezcla unos 30 minutos.

Forme con la mezcla pequeñas bolas o mini hamburguesas, del tamaño de una pelota de ping pong. Aplástelas un poco. Si la mezcla le quedo demasiado húmeda por lo que le es difícil formar bolitas, se puede añadir un poco de pan rallado o harina de trigo.

Freír en abundante aceite de oliva a fuego medio/fuerte hasta que le queden dorados (5 a 7 minutos).

Se puede servir como entrada con Hummus o con Tahini o como plato principal. A mí me gusta más rellenar un pan árabe con falafel, lechuga, tomate, Tahini, sal y pimienta.

Si no tienen tiempo de elaborarlo, es muy fácil degustarlo en cualquier lugar donde sirvan comida libanesa.

Buen Provecho.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Del antidepresivo o de la felicidad falsa


Pues ahora resulta que el mendigo tratamiento para estabilizar todo lo que tengo en la sangre produce depresión; hágame usted el favor. Aparte de  todos los efectos secundarios que producen las inyecciones que me prescriben, y la lista es algo larga así que por esta vez la voy a omitir, aparte de todo uno anda triste, o más triste dependiendo de la persona.

Tengo que tomar una pastilla diaria todas las mañanas. El doctor no me dijo mucho de lo que debía sentir o no, solamente que me iba a ayudar en mi estado de ánimo. Y aquí es donde la puerca torció el rabo, como dirían en mi pueblo, se me ocurrió hacer algo que no debo, buscar en internet la literatura del medicamento.

Este fármaco está indicado cuando se presentan trastornos de ansiedad, que son: trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos obsesivos, repetitivos con comportamiento no controlado), trastorno por angustia (crisis de pánico, incluyendo los causados por agorafobia, que es el miedo a los espacios abiertos), trastorno de fobia social (tener miedo o evitar situaciones de contacto social), trastorno de estrés post-traumático (ansiedad causada por un acontecimiento traumático) y trastorno de ansiedad generalizada (sentir normalmente mucha ansiedad y nervio).

Pongámosle que hasta aquí todo está bien, y yo le seguí leyendo todo lo que son las contraindicaciones  que son muy básicas, no tomar alcohol, no embarazarse, no manejar maquinaria pesada o de precisión y cosas así y por el estilo.

Los efectos secundarios son los mismos de siempre, que si da vomito, nausea, mareos, dolores de cabeza, dolores articulares, dolores musculares, estreñimiento, diarrea, y tarde que temprano todo afecta al libido, como siempre.

Lo que no me gusto para nada fue lo que sigue y lo ponto textual: “Algunas veces, las personas que padecen depresión y/o sufren trastornos de ansiedad pueden tener pensamientos de autolesionarse o suicidarse. Éstos pueden aumentar cuando se empieza a tomar medicamentos antidepresivos por primera vez, ya que estos medicamentos tardan un tiempo en actuar.Ahora resulta que hasta suicida se vuelve uno.

Pero mi mayor problema con el antidepresivo es no poder sentir tristeza, entiendo que esa es su función, pero no puedo sentir. Ocurrió una situación de un fallecimiento, en el funeral veía como mucha gente lloraba, sabía que debía de estar triste, pero no sentí nada. Solamente miraba a mí alrededor y entendía todo lo que estaba pasando a mí alrededor, pero era muy ajeno a todo. Como si estuviera viendo, más bien, como si no estuviera viendo nada y nada me conmoviera.

De repente  me dan ataques de risa, supongo que es parte de esto. Ando tranquilo, no me preocupa nada. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

De la sal u otra cosa que mata


Es inevitable, por lo menos para mí, andar viendo para todos lados. Me gusta ver mi entorno y la gente que me rodea. Uno aprende mucho cuando sabe observar. Hay algo que me impresiona y pasa cada vez que voy a un lugar público a comer, no importa si es una pequeña fonda, un tabarete o un restaurante muy sofisticado; siempre hay alguien que toma el salero y prácticamente lo vacía en su comida. Y se supe ver que la comida parece estar “nevada” en sal.

¿Por qué hacen eso? Que ganas de echar a perder los alimentos con tal cantidad de sal. La comida pierde todo su sabor y simplemente sabe a sal. Aun peor, esta tipo de gente ni siquiera prueba un bocado para saber si tiene sal o no, solamente agarran el salero y con singular alegría espolvorean la comida de sal, mucha sal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que 6 gramos de es el consumo máximo de sal al día, cosa que está muy lejos de la realidad, ya que la media en el mundo es de entre 10 y 12 gramos.  Aquí es donde usted ya se esta diciendo para usted mismo, “Yo no le pongo sal a nada”, y tal vez, y no lo necesita para ingerir una mayor cantidad de sal que la recomendada, y que el 80% proviene de los productos envasados y precocinados.

La sal contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo, esto produce una presión extra sobre las arterias y favorece a la hipertensión. Otra vez, según la OMS la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón. Aparte de provocar insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago.

Es imposible no comer sal, y menos en climas calurosos donde la deshidratación es un peligro constante, pero esto no significa que tengamos que traer un salero en la bolsa para cuando se nos ofrezca.

Esta es la parte difícil para muchos, las recomendaciones. Esto dicen los que saben: quitar el salero de la mesa; no es una de las mejores estrategias, el que quiere le se puede parar a buscar el salero o la sal de donde sea que se guarde. Otra recomendación: cocinar sin sal; estamos tan acostumbrados a la sal, que lo primero que va a pasar es que, te vas a parar por el salero.

También se podrían comprar productos bajos en sales, que luego son un poco mas caros, esto no significa en ningún momento que sean 100% saludables, solamente que se supone que tienen menos sal.

La idea es que la sal no están buena, ni el azúcar, ni nada. Cada vez nos enteramos de que todo lo que hacíamos es dañino. Lo que no mata, engorda o da cáncer, así es que cada quien haga lo que su conciencia le dicte.

Bueno, eso digo yo. 

martes, 11 de septiembre de 2012

Del 11 de Septiembre o algo para recordar


El tema de hoy es casi obligado, el 11 de Septiembre del 2001 es un día que muchas razones me voy a acordar de él.

Mas allá de las filias y fobias, o si me cae bien o mal algo o alguien, la perdida de vida humanas siempre es una tragedia, no importando la causa. Para empezar la mayoría de las muertes violentas, realmente no tienen una causa que sea justificable ante el mundo.

La gente debería de fallecer tranquilamente en su cama o sentado viendo televisión, lo único que podría importar es llegar a tener una vida plena y terminar satisfactoriamente nuestra estadía en este mundo.

Ya si uno cree o no en una vida mejor después de lo que conocemos como vida, o una vida después de la muerte, eso ya es otra historia y no es el momento ni el lugar, o por lo menos no está en mi juzgar las creencias de los demás.

Recuerdo muy bien que las primeras noticias que escuche fueron en la radio cuando regresaba del hacer ejercicio. Un avión se había estrellado en una torre en la cuidad de Nueva York, no escuche mas, fue todo lo que se escucho en la radio.

Llegue a casa y seguí mi rutina como siempre, pero no pude evitar detenerme frente al televisor para seguir viendo las noticias. De hecho ya iba tarde al trabajo y entre las prisas y arrebatos, un segundo avión se había estrellado en las Torres Gemelas. Algo andaba mal, muy mal, dos aviones no podía ser un accidente; luego empezaron a comentar de un tercer avión que había caído en el Pentágono. 

Recuerdo, cosa curiosa, que no recuerdo en qué momento me termine de vestir, no podía despegar mi vista de la pantalla. Como haya sido baje las escaleras, tome las llaves del auto y en el preciso momento que iba abrir la puerta principal para salir disparado hacia la oficina, no pude, simplemente no podía girar la perilla.

Nunca había sentido ese tipo de miedo, muchas veces me he asustado por diversos motivos, pero en especifico este miedo jamás los había sentido y no lo he vuelto a sentir.

Cuando por fin salí a la calle, en automático gire la vista hacia el cielo, como si estuviera esperando que algo pasara o que un avión de la nada apareciera. Como si todas las profecías se fueran a cumplir en ese preciso instante.

Todo el día tuve ese sentimiento de temor.

Hoy vivimos con otros temores y miedos; ningún tipo de violencia se justifica

lunes, 10 de septiembre de 2012

De mi cumpleaños o una historia que no cuento


En toda familia hay historias que por su contenido, ya sea por vergüenza o por lo cómico o que sea una tragedia, se mantienen en secreto. Buena parte de estas historias pueden ser tragicomedias o alguna de las combinaciones de palabras que al final solo nos pueden expresar que ni es tan mala, pero tampoco es tan buena. Y por diversos motivos es causal de silencio.

Bueno pues en mi familia hay de esas historias al por mayor, casi creo que cada miembro de la familia tiene alguna anécdota que solo sirve para enrojecer los rostros del protagonista como de muchos de los oyentes. Lo que no se todavía es ¿Cuál de todas esas historias es lo suficiente cómica como para ser digna de ser contada  en público?

Me voy a meter en problemas, eso es un hecho. Entonces lo que podemos hacer es platicar algún cuentecillo personal totalmente inofensivo.

Hoy es mi cumpleaños y no solamente eso es cumpleaños de mi santa madre; si los dos cumplimos años el día de hoy. No, eso es mentira, solamente yo cumplo años el día de hoy, desde hace muchos años mi madre dejo de cumplir, por lo menos eso dice ella.

Cuando yo era niño y llegaba mi cumpleaños, como  todo niño era motivo de emoción, siempre le dice con mucha afectividad a mi mamá: “Mamá ya cumplo 6 años (o los que sea)” “¿Tu cuantos años cumples?”. Ella siempre me sonreía y me contestaba lo mismo: “Ya no cumplo, tú los cumples por mí.”

De ese momento en adelante yo siempre entendí que en cada casa existía un hijo que tenía la obligación de cumplir años por su mamá. De esa forma las madres se mantenían atemporales y jamás iban a envejecer y se mantendría fuerte y activa para siempre.

No recuerdo cuando fue que entendí que no era cierto eso de que un hijo debería de cumplir años por su mamá, pero si hoy pudiera yo los cumpliría todos los años por ellas.

No me gustan los regalos de cumpleaños, seria que Dios o el Destino me dio el regalo de conmemoran mi día de nacimiento con el de mi madre y ya no necesito de nada más. Todo mundo me dice que yo fui su regalo, pero no, ella fue la que me regalo la vida.

Así, que hoy es un día muy especial para mí, me toca festejar el cumpleaños de mi madre y el mío.  Por cierto también me toca doble rebana de pastel. 

domingo, 9 de septiembre de 2012

De la plaga urbana o ya no los aguanto


Como soy de carrera Ingeniero, me da por empezar por definir conceptos y el primer concepto es “Plaga”: es un animal o planta cuyas actividades interfieren con la salud humana o su bienestar o que afecta sus ingresos económicos.  Aquí hay que dejar muy claro que es cualquier animal o planta; por ejemplo si tengo un rosal precioso en medio de un maizal, las rosas son una plaga o maleza, aquí no se trata si es bonito o no, es útil o no.

Una criatura que reduce la disponibilidad, calidad o valor de un recurso importante para la humanidad, podría ser. O un animal o planta cuya densidad de población excede un nivel arbitrario no aceptable para la humanidad, el cual resulta en un daño económico.  Aunque el concepto de plaga está ligado al número elevado de individuos o a la abundancia de ellos, esta más bien atado al concepto del efecto nocivo que ciertos organismos pueden ocasionar problemas sanitarios, molestias, perjuicios, o pérdidas económicas al ser humano.

La OMS en 1988 define el concepto de “Plaga Urbana” como aquellas especies implicadas en la transferencia de enfermedades para el hombre y en el daño o deterioro del hábitat y del bienestar urbano, cuando su existencia es continúa en el tiempo y está por encima de los niveles considerados de normalidad. Ojo no se trata de aniquilar a todo ser vivo nada más porque no caes mal o es una molestia, se trata de convivir.

En nuestro entorno crecen y se desarrollan una serie de animales plagas como cucarachas, ratas, ratones, avispas, abejas, ácaros, moscas, mosquitos, hormigas, garrapatas, pulgas, termitas, arañas, etc. Un sinfín de vida que convive con nuestra vida que tiene el potencial de propagar enfermedades, picaduras, dermatitis, alergias, daños económicos por consumo de mercancías, inclusive dañar los techos, suelos, instalación eléctrica y contaminar nuestros alimentos.

Pero existe una plaga es mucho peor que todas las demás y que no es tan fácil de exterminar y pase lo que pase siempre vuelve. Causa una de las mayores molestias y ni con el plaguicida más efectivo tiene. Es de orden nocturno y tiende a estar en enjambre. Muy letal para la salud y puede inclusive ser motivo de mudarse de la casa si el problema no se resuelve.

De la plaga urbana de que les hablo es el “Vecino”. Si son los vecinos inconscientes que creen que los fines de semana, y a veces entresemana, se puede andar de borracho y gritar y poner la música a todo volumen. Sin conciencia alguna de que el resto del mundo  tenemos nuestras actividades cotidianas y la noche es el único momento que nos queda para descansar.

Esta plaga de vecinos no se muere con nada, le pueden aplicar insecticida, agua con jabón, humo, no importa que se les aplique no dejan de invadir el espacio personal. Y ni razonando con ellos se puede, y los encargados de mantener esta plaga a niveles bajos, pues tampoco hacen nada.

Si los vecinos parranderos son peores que cualquier rata para la salud. 

sábado, 8 de septiembre de 2012

De los sabores o no comprendo


Cuando yo estudiaba, ya hace varios años de eso, en la escuela primaria y lo repesamos en la escuela secundaria, solamente existían cuatro sabores que la lengua podía detectar. Y creo que son los únicos que conozco: ácido, dulce, amargo y saldado. Recuerdo que para explicarnos los sabores, que fue una de mis clases preferidas, la maestra nos llevo comida, para poder entender la diferencia entre los distintos sabores.

También tengo muy presente que nos enseñaban un dibujo de una lengua enorme donde se veía claramente las regiones donde las papilas gustativas detectaban eso sabores.

Pero con los años de la nada y no tengo idea que fue lo que paso, se describió un nuevo sabor, el sabor “Umami”. La palabra umami proviene del idioma japonés (うま味) y significa "sabor agradable, gustoso". Muchos de los alimentos que consumimos son ricos en umami. El glutamato presente de manera natural en carnes y verduras, mientras que el inosinato proviene de carnes y el guanilato de las verduras. No tengo ni la mas mínima idea a que sabe el umami, no lo dudo ni tantito que más de una vez lo haya comido y degustado, pero al día de hoy no sabría decir que a qué diantres sabe el umami, si ni siquiera.

Entiendo que este sabor es parte de las proteínas que viene en la salsa de soya que es extremadamente común en la comida china o japonesa, a lo que nosotros entendemos como comida oriental.  Trato de hacer memoria y no recuerdo al umami en mi boca; si la traducción es “sabor agradable”, desde ahí ya tenemos problemas, porque lo que a mí me agrada no necesariamente le debe de agradar a los demás.

Entonces ya tenemos 5 sabores, pues no ahora salen con que existe un sexto sabor y es la grasa. La grasa podría convertirse en un nuevo sabor. Se dice que en la Universidad de Deakin en Australia, para que vean que no solamente los norteamericanos les gusta investigar cosas raras, en un estudio realizado a 50 sujetos con el fin de determinar su capacidad de detectar los contenidos de grasa en distintos alimentos.

Los sujetos más sensibles a la grasa, consumían menos alimentos grasosos y por lo tanto eran más delgados que los sujetos que tenían dificultad para detectar la grasa. Y esto le añade una razón más o por lo menos otra excusa del porque de la obesidad, la culpa la tiene la lengua que nos es capaz de detectar alimentos con grasa y por lo tanto no los terminamos comiendo.

Todavía falta para que la grasa sea considerada un sabor, faltan más pruebas, pero no me imagino pidiendo un helado sabor grasa. 

viernes, 7 de septiembre de 2012

De algo tonto o impuesto a la obesidad


Hoy es viernes y como todos los viernes, es fin de semana, que para varios el fin de semana empezó ayer y para otros tantos  empezó desde el fin de semana pasado. Y como ya es hora de descansar, pues hoy toca un tema bastante insulso y realmente poco educativo.

Vamos a ver que hacen en otros países, que no tardara en llegar a México. Alguna vez, creo que lo he manifestado en público mi de acuerdo con los legisladores de este país, y muchos nos quejamos y mas de los impuestos, pues en el 2011 Dinamarca fue el primer país en aplicar un impuesto sobre las grasas, digámosle un impuesto especial a la obesidad.

Francia ya anuncio que a partir del 1 de enero del próximo año, si los mayas lo permiten, aplicara un impuesto sobre los refrescos azucarados y edulcorados. La tasa gravara con 7.16 euros cada 100 litros de refresco, lo que le representa al consumidor final, un promedio de unos dos céntimos adicionales por cada lata de refresco con azúcar o con edulcorante. Puede que no suene a mucho, pero en un consumo de un país, y si fuera México, representa muchos millones.

Se supone que el objetivo es combatir la obesidad, según el gobierno francés se recaudara unos 120 millones de euros anuales. Ahora esto es realmente para mí una patraña, aumentando impuestos realmente no se disminuye el consumo de nada, el que quiere tomar, fumar o beber, la va a hacer cueste lo que cueste. Los impuestos son recaudatorios, no educadores.

Hay otros ejemplos como el “impuesto sobre las hamburguesas” en Hungría; en España y Gran Bretaña ya se piensa en la posibilidad de gravar las comidas con alto contenido de grasas. El problema es que basta para que un gobierno lo hago, para que el resto se les ocurra imitarlos.

Gravar los alimentos grasosos o los productos que pueden ser causales de obesidad, es una completa tontería. Abría que recordar que ningún alimento en si engorda, puede que engorde la persona por malos hábitos alimenticios, pero no se vale satanizar los alimentos. Y lo único que va a venir provocando es la creación de un mercado negro o informal.

Si cualquier gobierno quiere recaudar mas impuestos, pues que lo diga y ya y no ponga malas y muy pobres excusas.  Si realmente están preocupados por la salud, y vaya que la obesidad es un serio problema, hay mejores estrategias que simplemente cobrar más dinero. Y luego se andan cuestionando los políticos él porque la gente no los quiere. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Del vagabundo o sin agenda


Cada vez que voy al hospital para mi revisión mensual, afuera del inmueble siempre hay un vagabundo afuera. La gente que lo conoce y conocerlo es un decir, lo llaman “José”, nombre apropiado para cualquiera que viva en un país donde la mitad de la población se llama “José” y la otra mitad de seguro se llama “María”.

No tiene hogar, no creo que lo tenga, tal vez en algún tiempo tuvo una casa, un familia, hijos, hermanos, padres, hoy no tiene nada. Alguna vez pregunte a los encargados de la seguridad del hospital por “José”, nadie sabe nada de él, solamente que un buen día llego con sus harapos, sus cajas de cartón ya muy desgastadas por el uso y solía tener un perro de compañía; ya no lo tiene más, se lo llevaron los de control canina.

Verán José no tiene identidad, no tiene una credencial de elector, no tiene un número de seguro social, no tiene pasaporte, ni licencia de conducir, no tiene a ningún lado donde ir. Duerme en un rincón por el lado de la calle norte del edificio, iluminado por una farola que no siempre está encendida, a veces con algo de luz pero muchas en la más negra oscuridad. No hace más nada más que extender su mano sucia en busca de unas monedas o un trozo o desperdicio de alimento. No tiene dueño y nadie es su dueño.

Es un vagabundo de 24 horas, 365 días al año; pero no creo que haya sido así  todo el tiempo. José no tiene propiedades, no tiene dinero, ni nadie quien vea por él. No es poseedor de nada, más que lo que trae puesto y su carcasa que le puede llamar cuerpo. No tiene futuro y no recuerda su pasado, solo tiene un presente que no dura más que lo que junta el suficiente dinero para comprar, me gustaría decir que comida, pero el otro día vi que se acerco a la máquina expendedora de refrescos.

No es difícil darse cuenta que se ahí, no hay que verlo para saber que está cerca. Su cuerpo lleno de tierra, de orines, excremento, sangre, emite un olor que es imposible de no percatarse que se encuentra postrado en la banqueta con su mano negra extendida al aire.

No tiene derechos políticos, ni derechos humanos, ni nada que lo proteja. Se rige bajo la estricta “ley de la calle” donde la supervivencia es lo único que importa, donde el más fuerte usualmente sobrevive, donde mimetizarse con el asfalto es un estrategia que por lo menos a José le ha funcionado. No paga derecho del piso al ayuntamiento, no tiene que pagar ni luz, ni agua, no existen las colegiaturas, ni conoce los supermercados. Que le puede importar el precio de la gasolina o si subió el huevo. No hay itinerario, ni agenda de citas, ni hora que seguir.

José forma parte de la decoración cotidiana, y como todo lo cotidiano se vuelve parte del entorno. Siempre estará expuesto a los peligros de la calle, a las humillaciones por parte de la gente y de los abusos por parte de la autoridad. 

Morirá tal vez de hambre, tal vez no aguante el próximo invierno y muera de frio, de tuberculosis o de una golpiza propinada por otros vagos. A nadie le importa. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Del sana sana o de la colita de rana


Hoy tenemos remedios para todo, y todo tiene una medicina que nos podemos tomar, aplicar, beber o untar. No importa que dolencia o que padecimiento tengamos, siempre hay un  remedio que lo acompaña.

¿Qué te duele algo? La respuesta de muchos y de por varias ya generaciones es “tomate una pastillita”; bien podría se ácido acetil salicílico, naproxeno sódico, paracetamol, ibuprofeno, acetaminofén, diclofenaco, ketaprofeno, y todas ellas acompañadas de diferentes dosis y nombres comerciales. Ahora que si no te gusta eso de las pastillas, pues te puedes tomar un “tesito” o comer frutas rojas, dicen que son buenas para eso de los dolores. O animas, ponte la pomada.

Todo mundo tiene algo que decir acerca de tomar algo para cuando a uno le “duele”. Pero a la fecha una de las mejores medicinas es aquella sentencia que muchas madres y abuelas nos decían cuando nos pegábamos y decía algo así:

“Sana, sana colita de rana”

Esas palabras eran mágicas, esas palabras eran capaces de quitar el dolor del golpe más fuerte y la única forma en que no dan resultado es porque no se dicen apropiadamente y con ganas.

“Sana, sana colita de rana”
“sino sana hoy, sanará mañana.”

No solamente es una sentencia o un decreto de curación, sino que todavía hay un consuelo porque si no es el efecto no es tan inmediato, puede que en ese momento no se cure, pero “sanará mañana”.

Y todavía para mejorar el asunto, toda madre sabe y está preparada para dar una pequeña caricia que acompaña a estas palabras. No tengo idea de cómo lo hacen, pero toda madre nace con esta característica especial. Y aparte de todo esto, que ya es casi un milagro, muchas mamas acompañan el pequeño masaje con algo de su saliva para limpiar y curar la herida infringida por un accidente de juego. Y muy importante siempre acompañada de una sonrisa que siempre significaba lo mismo: “no pasa nada.” Y si las palabras, el mensaje, la saliva y la sonrisa no funcionan, al final siempre acompañaban todo esto con un beso, para que no quede dudas.

Nunca hay mejor medicina. En este punto es donde siempre se me ocurre dar una explicación científica donde voy a decir algo como que el mero hecho de frotar un golpe produce algo en las terminales nerviosas y produce una sensación de placer y bla, bla, bla, tonterías de esas. Pero hoy me quedo con el sentimiento y el recuerdo de una “Sana, sana colita de rana”, que no solamente me alivio mi dolor, sino que también alegro mi corazón. 

martes, 4 de septiembre de 2012

De la siesta o de la cosa bonita


La siesta es esa bonita costumbre que tenemos muchos, y consiste en descansar algunos minuto después de la hora de comida. Y eso de descansar es un decir, más bien es dormir. Lo hacemos en México, en España, Latinoamérica, dicen que en China, Taiwán, Filipinas, India, Grecia, Francia, Oriente Medio y hasta en el norte de África ya les da por descansar un buen rato después de ingerir alimentos.

La palabra siesta viene de la expresión latina “hora sexta” que designaba al lapso del día comprendido entre las 12 y las 15 horas, momento en el cual se hacia una pausa de las labores cotidianas para descansar y reponer fuerzas.  

La siesta  es una acción reconfortante y para muchos de nosotros es una obligación para poder seguir con todas las actividades que se pretenden realizar a lo largo de la jornada. Y los beneficios que acarrea el descansar un rato y hacer pausa a las diligencias diarias, conlleva sus beneficios.

Según el último número de la revista International Journal of Behaivoral Medicine, la vida cotidiana esta afectando la calidad del sueño; las jornadas laborales largas, el trabajo por turnos, le televisión e internet, son factores que han contribuido a que el hombre duerma en promedio una hora o hasta dos horas menos que hace medio siglo. Afectando la salud a largo plazo con un mayor riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares.

La siesta para muchos representa un medicamento o un alivio a mitad del día, es el momento en que ese puede reponer fuerzas y recargar baterías para el resto del día.

Fuera del la discusión si es beneficioso o no dormir siesta, que para muchos no hay discusión; la pregunta que surge es ¿Cuánto es el tiempo ideal para dormir siesta? Hay quienes dicen que debería ser de entre 20 a 30 minutos, que siendo muy sinceros, para el ritmo de vida actual, para muchos es un lujo. Pero no 30 minutos no es el tiempo idóneo; aquí es donde la ciencia hace su parte y da su veredicto; según investigadores del Allergheny College en Pennsylvania, demostraron que una siesta diaria de al menos 45 minutos hace que disminuya la presión arterial de quienes han sufrido un día con mucha tensión.  Y no nada más eso descubrieron, también afirmaron que los beneficios de tener un efecto reparador eran mayores entre los individuos que dormían entre 45 y 60 minutos.

Así que dicho por la ciencia, y si lo dice la ciencia es oficial. Después de comer el día de hoy, disfrute de un buen sueño reparador. Pero hay una serie de recomendaciones que hay que seguir: haga lo mismos que cuando se va dormir en la noche, nada de luz, póngase ropa adecuada, elimine todos los distractores, mantenga una temperatura templada en la habitación y por si las dudas 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Del bostezo o se me calienta la cabeza


Cada día que pasa, estas gentes de la ciencia me siguen sorprendiendo cada vez más. Y no propiamente con las investigaciones, sino el tipo de investigaciones que se llevan a cada todos los días en algún laboratorio. A cada momento hay nuevo o rompen algún mito o alguna creencia popular.

Pues ahora le toco al bostezo. Siempre se ha dicho o por lo menos así lo hemos dado por cierto que los bostezos son provocados por el aburrimiento o cansancio.

Un bostezo es la acción incontrolada de abrir la apertura bucal o boca, con separación amplia de las mandíbulas, para realizar una inhalación profunda a la que sigue una espiración de algo menos de lo inhalado, con cierre final de la boca. Aparte cuando se bosteza, se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierra o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio y se realizan muchas otras cosas, como acciones cardiovasculares, neuromusculares y respiratorias.

Los bostezos son un poderoso mensaje no verbal con varias posibilidades de interpretación dependiendo de la ocasión. Se puede indicar cansancio, estrés, exceso de trabajo, aburrimiento y hambre. Podría ser que indica descompresión psicológica tras un estado de alerta elevado. O un medio para expresar emociones fuertes como el enojo, el aburrimiento y el rechazo.  Bueno el bostezo es peor que la gripe, porque hay quienes se contagian al ver otra persona bostezando.

Pero todo lo anterior podría no ser cierto, investigadores de la Universidad de Princeton, aseguran que además de todo lo demás, el bostezo es un signo que el cerebro está que arde. La hipótesis termorreguladora del bostezo, propone que abrimos la boca cuando la temperatura del cerebro aumenta, y que la consecuencia fisiológica es que nuestras neuronas se enfrían. Al bostezar, el estiramiento de la mandíbula aumenta el flujo de sangre al cerebro, y la inhalación de aire más frio que el organismo permite el intercambio de calor con el entorno, dice el investigador Gallup.

Pongámosle que es cierto esto de que el cerebro se sobrecalienta. La mayoría de mis alumnos deben de estar ardiendo en calentura, se la pasan bostezando toda la sesión de clase, incluso cuando todavía no empieza la sesión ellos ya han de estar ardiendo de sus cerebros. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Del foco o del fin de una era


A lo largo de estas últimas décadas, hemos sido o por lo menos yo si he sido, un testigo, una tantas veces activo y otras tantas veces pasivo, de toda la transformación de nuestra vida. La ciencia y sus avances nos han hecho más amable la vida y mucho más llevadera.

Puedo recordar y con mucha nostalgia como un disco de acetato y fuera de 33 o 45 revoluciones, podía ser el centro de atención en un fiesta o reunión cualquiera, pasamos y nos toco escuchar a parte el 8-track, que era más que estorboso, los casetes tanto de música como para video grabar, en varios formatos y duraciones; del simple teléfono de casa, a los teléfonos de monedas a los teléfonos públicos de tarjeta; los primeros teléfonos móviles que era unos monstruos a los teléfonos tamaño ladrillo, hasta a día de hoy que tenemos teléfonos móviles que son cámaras fotográficas, cámaras de video y computadoras portátiles donde la telefonía paso a un segundo término.

Hace alrededor de 40 años se fabrico la primera consola de video juegos; donde los gráficos eran geniales, todo era cuadrado y a blanco y negro, pero muy divertido. Me toco usar computadoras donde se tenía que perforar tarjetas para poder hacer correr los programas, hasta lo que vemos hoy en el mercado.

Muchas cosas se han ido transformando y otras tantas han quedado en el camino. Uno de esas cosas que realmente ya murieron, solo queda dando patadas de ahogado es la fotografía de antaño. Ya nadie imprime las fotografías como antes, quedan uno que otro vestigio, pero grandes compañías dedicadas a la fotografía y al desarrollo de cámaras fotográficas han cerrado sus puertas.

Otro de los inventos más útiles de todos los tiempos que se apaga para siempre es el foco o la bombilla de luz incandescente. Después de unos 132 años de iluminarnos, después de tantos años, varias generaciones y millones de hogares, llega a su fin la era del foco.  Con la desaparición de las bombillas de menos de 60 vatios concluye la última fase del plan gradual de retirada de las lámparas incandescentes tradicionales iniciado en 2009.

Un invento atribuido injustamente a Thomas Edison (1847-1931). Y es que aunque el fue el se llevó la fama, su gran merito fue perfeccionar y comercializar la patente que vendieron Henry Woodward y Mathew Evans en el año de 1879.

En realidad, la bombilla incandescente fue posible gracias al ingenio de varios inventores que a lo largo del siglo XIX sentaron las bases para la fabricación de la primera lámpara y patentaron los primeros modelos. Entre ellos figuran Nikola Tesla, Humphry Davy, Joseph Swan, William Sawyer, Henry Woodward, Mathew Evans o Heinrich Goebel.
Se va uno de los inventos que creí que jamás verían mis ojos desparecer. Se va por el único motivo que pudo irse, por ineficiente, como le pasa a todo lo viejo. Vendrán cosas nuevas, mas eficientes y modernas, pero siempre queda el recuerdo de lo que tanto sirvió en vida. 

sábado, 1 de septiembre de 2012

De erase una vez o vivieron felices para siempre


Erase una vez…. Creo que todas y cada uno de las historias que alguna vez escuche de niño empezaban así. Erase una vez, es un frase que aún el día de hoy me hace imaginar un mundo mágico donde todo es posible. Esos mundos increíbles donde todo podría cobrar vida, ya fuera un árbol, una montaña, el agua podía ser un fantástico ser, donde todo era viable y todo podía ser cierto.

Y no era solamente “Erase una vez” sino que todavía en otras tantas historias todavía se agregaba “en un reino muy, muy lejano”. Muy, muy lejano siempre escucho maravilloso, era como una llave para la imaginación. Nunca supe la distancia en la que se medía lo  muy lejano, pero ha de ver sido muy lejos, ya que todo lo que describían las historias no se parecía a nada de lo que yo había  visto hasta ese momento.

Siempre pasara lo que pasara al final no importando la situación, ya fuera el héroe o la heroína del cuenta encontraba el camino correcto y vencía todos y cada uno de los obstáculos; que importaba si era un cruel villano, una bruja hechicera o un feroz dragón. Todo me encantaba de los cuentos, todo hasta el punto donde terminaba la historia y el narrador decía “y vivieron felices para siempre”.

Y ¿vivieron felices para siempre? ¿Realmente que paso con todas las bellas princesas de los cuentos? ¿Qué paso con todos los apuestos príncipes? A medida que uno va creciendo la vida se encarga de dar las respuestas a estas preguntas. Las princesas al verse una vez desposadas de su príncipe azul y sin la necesidad de mantener un régimen estricto de ejercicio y dieta, al fin y al cabo ya está muerta la madrastra que les hacia la vida imposible; pues ya tiene tiempo de relejarse. Un poco de gorditos por aquí, otras tantas acumulaciones de grasa por allá.  Que tanta es algo de celulitis y una que otra estría. Las arrugas se empiezan hacer presentes y más en la noches cuando desprovistas de su capa de maquillaje, sale a relucir su verdadero rostro.

Al príncipe le salió algo o mucha de panza, también dejo de ir al gimnasio; se le cayó el cabello, ya no tiene aquella blonda cabellera sedosa y ahora se conforma con su corona  real para tapar la real corona que tiene ahora en su cabeza. Ya no es tan romántico, ni tan atento como lo era antes y para colmo de males prefiere pasar mas tiempo con los animales del bosque que en su casa, sin contar que eso de los gases es cada vez más común  y como que huelen un poco más.

 Llegaron los hijos y con ellos los desvelos y la preocupaciones. Aquella pareja enamorada en vez de dedicarse a su amor, ahora se decida a cambiar pañales y preparar biberones. Ya no están de tan buen humor como lo estaban antes. Los hijos van creciendo y ya no les queda la ropa ni los zapatos. Necesitan uniformes nuevos y se tiene que surtir la interminable lista de útiles escolares y pagar las cuotas voluntarias además de la inscripción y las mensualidades.

Se acumularon los recibos de luz, agua, teléfono, el carruaje necesita ruedas nuevas y los caballos no están tan nuevos y cada vez comen más paja. Los domingos a casa de los abuelos; el fin de semana aprovechar a comprar los vivieres en el mercado. Y las discusiones eternas en donde pasar las fiestas de navidad y año nuevo.

Sí, creo que al final  si podemos vivir felices para siempre.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.