Por muy
variados motivos, siempre he sido un casi enemigo declarado de lo “natural”. Existe
la creencia popular que lo que es 100% natural es mucho mejor o más sano que lo
artificial o lo producido en laboratorios o fabricas. Este es uno de los
conceptos más estúpidos que hay, la natural te puede matar.
Para empezar la
naturaleza no es una ciencia exacta, y todos los ingredientes activos y químicos
que pueda o no contener una fruta, hoja o raíz, no están estandarizados como en
los medicamentos; la naturaleza trabajo en rangos, no en exactos. Y eso ya es un detalle que hay que
considerar de antemano.
El origen de
las medicinas, aunque ciertamente provienen de la naturaleza, nos pueden dan
muchas sorpresas al ser utilizadas como “productos milagrosos naturales” perdón
“100% naturales”. Y por ejemplo tenemos al Captopril, medicamento utilizado
para el control de la hipertensión. En 1948, el investigador brasileño Mauricio Rocha descubrió
que el veneno de esta víbora de la cruz o Bothrops alternatus -que habita en el sur y centro del Brasil-
poseía ciertas propiedades que podían actuar contra la hipertensión. Así, el
veneno libera un péptido (una molécula formada por dos o más aminoácidos) que
inhibe la acción de una enzima responsable de la presión arterial. En 1970,
Squibb se interesa por las investigaciones de Rocha y sintetiza las moléculas
responsables de la acción inhibidora que se encontraban en el veneno. Seis años
más tarde nace el Captopril, uno de los fármacos contra la hipertensión más
relevantes de los últimos años.
Pero no veo a ningún hipertenso importando veneno de víbora para
tomarse, seria una tontería y te va a matar, pero es “100% natural”.
Y otro ejemplo donde lo natural puede causar serios problemas
de salud.
Numerosas investigaciones, algunas mas recientes que otros,
han demostrado que el jugo de toronja aumenta los efectos y la permanencia en
la circulación sanguínea de numerosos medicamentos que se utilizan en el tratamiento
de problemas de salud comunes. La lista incluye mas de 50 fármacos, entre ellos
tratamientos para el colesterol alto, depresión, hipertensión, cáncer, dolor,
impotencia y alergias.
Si tomas antihistamínicos como Terfenadina o Astemizol con
jugo de toronja o pomelo, puedes sufrir de arritmias cardiacas. Si tomas
medicamentos para reducir el colesterol alto como Lovastina y la Atorvastatina,
el jugo de toronja aumenta la concentración de estos medicamentos de una manera
peligrosa en la sangre.
Y lo mismo pude suceder con medicamentos psiquiátricos como
el Triazolam, el Diazepam, el Alprazolam, las Carbamazepinas y el Midazolam. Interactúa
el jugo con medicamentos bloqueadores del canal de calcio (hipertensión) y
hasta con la Sidenafil conocido como Viagra (fármaco para la impotencia)
aumenta los niveles de este activo en la sangre, de primera instancia no esta
tan mal pero lleva consigo el aumento de la incidencia de los efectos
colaterales como dispepsia (problemas digestivos), molestias de la visión o hemicránea
(dolor de cabeza), entre otros.
Con esto no quiero satanizar los “100% natural”, pero si
hacer un llamado de atención que no siempre lo natural es lo más adecuado o lo más
sano. Detrás de las compañías farmacéuticas existen muchos años de investigación
y mucha gente que esta comprometida con la salud.
Pero lo más importante es que consulte a su médico antes de auto
recetarse lo que sea.
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