Para los que
no me conocen de manera personal o para los que no saben mucho de mi vida
personal, entre otras actividades doy clases en una Universidad. Es una de las actividades
que nunca planeé para mi vida, pero de una forma u otra es algo que ha estado
constantemente en mi vida. Tengo desde el año del 2003 dando clases de manera
continua, a veces una materia o como en este semestre tengo 3 cursos que
impartir.
Trato de
escribir con algo de anticipación y cuando puedo hago un listado de temas por
abordar, pero en esta ocasión quise esperar hasta que se diera el primer día de
clase. Hoy efectivamente fue el primer
día de un nuevo ciclo escolar. Y no fue tan doloroso como lo esperaba. A veces
hasta uno de profesor se hace ideas de que esperar o no esperar de un grupo
determinado de alumnos. Pero en esta ocasión temo decirles que me gusto mucho
el potencial que presentaron mis nuevos alumnos.
Hoy sentamos
las bases de la sana convivencia dentro del aula. Realmente no hay reglas
nuevas, ya saben lo que tienen que hacer, es lo mismo de siempre; no fumen en
clase, no coman ni mastiquen chicle, no se duerman en el salón, no esto no
aquello. Siempre con un sin fin de restricciones,
no por nada no les caemos bien a los alumnos.
Pero esta vez
no empecé con los “No”, empecé con los “Sí”. Si está permitido expresar sus
puntos de vista con libertad, si se puede platicar de otros temas de interés común
aunque no sea del tema a abordar, si se puede tener un ambiente de respeto y
cordialidad donde se puedan desarrollar, si creo que pueden llegar a
desarrollar algo de sus potenciales durante el semestre, si está permitido ser
alegre y reírse especialmente de uno mismo en hora de clase.
También quedo
claro que vamos a tener buenos días y vamos a tener malos días; va a ver días
donde nadie vamos a querer estar en clase, pero vamos a tener días donde no
vamos a querer salir del salón. Vamos a ser congruentes con el mundo y con
nuestras intenciones. Donde expresarse
es muy valioso pero como decía mi abuelo “no es que me digas pinche, es la
pinche forma en que me lo dices”.
Mañana otra
vez a la 7 de la mañana estaré presente en la universidad para conocer a un
grupo nuevo de estudiantes a los cuales les impartiré otra cátedra diferente a
la de hoy, esperemos que por lo menos demuestren el mismo interés y la misma participación
del grupo de hoy.
Valió la pena
despertarme a las 5:30 AM, valió la pena pasar el fin de semana revisando
apuntes y modificando temarios y buscar alguna nueva bibliografía o desempolvar
algún Autor que lo tenía olvidado.
Son estos
momentos y detalles que me hacen recordar del porque me gusta tanto la
docencia. Admito que en algún punto del semestre los voy a querer ahorcar a
todos, pero es parte de lidiar con jóvenes.
Para ser las
nueve de la mañana en lunes con frio, empezó bastante bien la semana. Esperando
con todo el corazón que puede decir lo mismo el viernes.
Buen inicio de
semana.
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