martes, 17 de enero de 2012

De otro día u otro molestar


Hoy es martes y las cosas cambiaron mucho de un día a otro, por lo menos en mi imaginario personal; un día parece que todo está bien y al día siguiente parece cambia la perspectiva. Solamente estoy escribiendo bien saber lo que realmente estoy diciendo, últimamente me está pasando mucho  no tengo claras las ideas y la sintaxis está hecha un asco total. No hay coherencia en mi sentido.  

Con el día de hoy ya son 123 escritos o lo que equivale a 123 cuartillas, más o menos. No esta tan mal. Es el equivalente o por lo menos eso creo, haber escrito ya una novela corta, o una historia corta. En términos generales no esta tan mal. Pero para escribir 123 hojas, he tenido que leer por lo menos el doble, alrededor de unas 246 páginas. Lo que es inequitativo tengo que leer mucho más de lo que escribo. Sépase que me la paso leyendo para poder escribir. Luego no tengo tanta imaginación o tengo que andar investigando lugar, fechas o datos para dar a conocer una información medianamente confiable.

Pero eso no era el punto original, si no que no tengo nada de que escribir y tenga apuro de terminar. Ahora ¿no se cual es mi apuro? No tengo muchas obligaciones o los lugares a donde tengo que ir van estar abiertos todavía un buen rato y no se van a ir de donde están. Pero siempre tengo ese malestar de que tenga que hacer algo y sospecho que lo único que tengo es un principio de acidez estomacal. Me suele  pasar de vez en cuando y más cuando creo que mis problemas son más grandes de lo que realmente son.

Tiendo a exagerar con eso de mis preocupaciones, pero no entiendo, cuando trato de mantener la cordura, siempre me dicen que soy indiferente o que no me importa nada, pero cuando me preocupo resulta que soy un dramático y que sobredimensiono los eventos; así que ya no sé ni que pensar. Esa es buena idea, dejar de pensar en algún momento del día, y no me refiero durante el sueño, más bien quiero incluir las horas nocturnas, porque hasta en  sueños le ando dando vueltas a mis pensamientos.

Voy a confesar que alguna vez intente hacer algo que parecía, o por le menos así se publicitaba, de yoga, no funciono, a los 10 minutos ya estaba desesperado moviéndome de un lado a otro como chapulín en comal y como nadie quería platicar conmigo durante la hora de clase me aburría mucho, nada mas decían “ummm”. Termine con mi antiguo método de relajación muscular, tomando una copa de vino. Aclaro que solo era por propósitos terapéuticos, nunca por cuestiones de recreación, donde la “puerca torció el rabo” era que la cantidad de alcohol a suministrar es proporcional al tamaño de la psicosis personal.

Uno no entiende que hacer recuerdo que en clase de catecismo la señorita que daba la instrucción religiosa me dijo: “Para ir al Cielo no debes cometer pecados”. Y respondo con admiración pueril: “¿Y qué hay que hacer para ir a Disneylandia?”.

1 comentario:

  1. Amor!! vas muy bien hasta hoy!! es un gran logro escribir a diario de diversos temas!! te admiro y felicito mucho!! te amo!!

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