De la diversidad o de la tristeza

Ya hace unos años, comprar jamón era una actividad totalmente inofensiva. Todo lo que bastaba era tomar un ticket con un número para ser atendido y saber el gramaje o la cantidad de jamón a comprar. Tal vez si uno era muy excéntrico pedía el jamón más delgado o más grueso según sus intenciones o ya cuando era una ocasión especial se pedía el trozo completo para hacer una cena especial y eso tal vez para Navidad, lo que hacía que el resto del año solamente se pidiera jamón.

Hoy en día es impresionante los diferentes tipos de jamón que oferta el mercado; que si es americano o Virginia o ahumado o quién sabe, que si es de pavo o de cerdo, que si lo quiere uno reducido en grasa o sin grasas trans, y la cantidad de marcas existentes hacen que lo que era una simple compra se vuelva toda una odisea. Y eso que hablamos de jamón comercial, no nos estamos metiendo con que si es español, portugués, italiano, etc.

Pedir un café, era eso un café. Hoy no existe solo el término “café” en porque ya ni siquiera se asume que el café es caliente ni en una taza. Ahora hay que saber si es caliente o frío, el tamaño es importante, si es descafeinado, si es latte o americano o capuchino, el tipo de leche si es entera, descremada, light, sin grasa, deslactosada, deslactosada light, y hasta leche de soya (que no es leche, pero así le gustan llamarla. Leche solo de una glándula mamaria no de una semilla aplastada).

Tenemos un sinfín de opciones, y todas supuestamente encaminadas a nuestra felicidad y bienestar. Cosa que es mas falsa que una moneda de tres pesos o que un político honrado. Para mucha gente tener tantas opciones en vez de volverlos felices, los vuelve infelices. Se complico demasiado la vida. Y eso que no toque el tema de la televisión de paga donde existen una gama de opciones cada vez más impresionantes.

Si la vida moderno nos da cada vez más satisfactores y cada vez más diversidad de un solo producto ¿Por qué hay tanta gente infeliz en el mundo? Según datos, no míos por cierto, hay alrededor de 3,000 suicidios diarios en el mundo. Es una cantidad impresionante de gente, como tú y yo, que decide que nada vale la pena. Que ya no existe nada, y eso lo voy a poner en mayúsculas, NO EXISTE NADA que valga la pena por lo cual vivir.

Si hay tantas opciones en el planeta ¿Por qué una de cada 4 personas en el mundo sufre de depresión? Para el 30 de octubre de 2011 con el nacimiento de Danica Mae Camacho en Manila, Filipinas se alcanzo la cifra de 7 mil millones de habitantes, y asumiendo que es verdad que el 25% de la población sufre de algún grado de depresión, aunque la persona que lo sufre no siempre está al tanto de su padecimiento,  hagan cálculos son muchos, pero muchos los que estamos tristes, me incluyo para ser solidario con ellos, o tal vez lo sufro y no lo sé.

Aunque el mundo de los bienes materiales no es el único culpable de todos los males, si es de destacar que aquel mundo que nos vendieron por años, no era la solución a todos nuestros problemas, al contrario ayudo a acrecentarlos aún más.