lunes, 2 de enero de 2012

De la Vía Láctea o Heracles niño precoz


La Vía Láctea es la galaxia en forma de espiral en la que se encuentra el sistema solar, y no hay que ser tan inteligentes para deducir que también la Tierra en donde vivimos. Por favor si alguien vive en otro planeta, no me diga, escóndase porque los hombres de negro muy probablemente lo estén buscando. Se calcula que contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. Solamente hay un pequeño diferencial de 200 mil millones de estrellas entre en calculo y otro, es normal si vives en México, estamos acostumbrados a que los políticos den este tipo de cifras donde realmente nadie sabe a ciencia cierta cuál es el número real.

El nombre de Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche, no es un gran descubrimiento vía = camino, láctea = leche, creo que está más que claro. Según la mitología griega explica que se trata de cuanto del gran dios Zeus, que era infiel a su mujer, tuvo un hijo llamando Heracles o Hércules para los romanos, en unión con Alcmena. Al enterarse Hera hizo que Alcmena llevara a Heracles por 10 meses, y trato de deshacerse del niño mandando dos serpientes para que lo mataran cuando el bebe tenia apenas 8 meses, sin embargo Heracles con su fuerza pudo estrangular a las víboras con sus pequeñas manos. Como Heracles era un héroe y ni un dios, para convertirse en inmortal tenía que mamar de Hera, cosa casi imposible.

Aquí hay dos versiones de la historia: una que Hermes, el mensajero de los dioses, puso a Heracles en el seno de Hera, mientras ella dormía, para que mamara leche divina, pro al despertar y darse cuenta, lo separo bruscamente derramando leche y formando la Vía Láctea; y la otra versión es que Atenea, la diosa de la sabiduría, convenció a Hera de que Heracles mamara de ella, al fin era una criatura, pero resulta que Heracles succionó tan fuerte que lastimo a Hera, haciéndola derramar la leche.

 El astrónomo Demócrito (460 – 370 a.C.) fue algo más congruente y sostuvo que en realidad era un conglomerado de muchísimas estrellas, una historia mucho más creíble que la de un mendigo niño lujurioso que de cualquier forma quería mamar leche, o sabrá dios que malas mañas tenia, con estos héroes o semi-dioses uno nunca tiene la certeza de sus intenciones.
Este Heracles resulto como cuando un día en el salón de clases la maestra hace una pregunta a todos los alumnos: ¿Cuál es la mejor leche del mundo?

Juanita desesperada levanta la mano y al ver que nadie que nadie más lo hace, la maestra la llama:
A ver Juanita contesta la pregunta:
Juanita muy contenta con una sonrisa responde: “La leche de vaca maestra”
-¿Por qué? Replica la maestra
-Porque tiene vitaminas y proteínas que ayudan a nuestra salud.
Al fondo del salón Pepito con sus típicas carcajadas irrumpe en el silencio del salón.
La maestra algo molesta por la interrupción le pregunta a Pepito porque se ríe y este contesta:
-Juanita está equivocada, todos sabemos que le mejor leche del mundo es la leche materna.
Sorprendida la maestra de  tal respuesta le pide a Pepito le explique el porqué y el niño a tan amable petición responde:
-Es fácil, por el envase y la presentación. 

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