martes, 24 de enero de 2012

De cuando no estás o de cuando te extraño


Ya son varios días de tu ausencia y se supondría que ya te tengo que extrañar, pero todavía no lo sé. No estás ten lejos, pero aún así no puede verte. Después de lo vivido, que increíble un organismo unicelular nos mantenga forzosamente lejos uno del otro.

Tu proceso infeccioso ha causado un trastorno en mi vida, en mis horarios y todo lo que respecta a mi vida. No hay tardes de novela, ni programas de comedia; no hay domingos de concursos, ni tardes de películas, mucho menos noches de café. No hay muchas cosas  de la vida diaria que me confortaba a tu lado. El contagio es inminente y ya empiezo a padecer de los estragos de mi última visita.

Aún no te extraño, todavía no experimento ese vacío en mis entrañas que me avisa que algo no ando como usual. Aún no te extraño y no me duele tu ausencia, es el recuerdo lo que hace que no sienta el olvido temporal de tus sentidos. Y no entiendo el sentimiento de destierro, no te extraño, eso creo, no lo sé.

Tu labor ha sido cumplida hasta el momento, la necesidad de estar, ver, sentir, oír y oler tu presencia es algo que requiero como completo de mi vida, pero todo lo tengo. Carecer de tu presencia no me entristece, ¿se supone que tendría que doler? No entiendo el extrañar, tengo que la certeza de algún día te volveré a ver como antes, como todos los días, como siempre.

Sonrío y me rio de todo cuando recuerdo me traes a la mente. Y si me dijeras un adiós, tampoco sabría si te extrañaría, es muy fuerte el recuerdo de nuestras vidas y jamás me sentiría solo. Tengo mucho de tu vida, tengo mucho en mi memoria, tengo mucho de ti en mis recuerdos.

¿Qué tanto falta para que te extrañe? Entiendo cuán importante es para mí tu existencia. Tal vez por eso no te extraño de sobre manera. Tal vez ¿sólo es mi indiferencia un arma para no sentirme mal? Me creo a mí mismo, y creo que no te extraño.

No existe una medida para saber cuánto se extraña, por más que busco nadie me puede vender un “extrañamometro”. ¿Y si lo hubiera? ¿Qué medida sería? No te puedo extrañar en años luz, no sería una medida real; tal vez en mi nivel de alguna hormona que no sé ni cómo se llama pero que debe de medir algún problema neuronal. No sé cómo se debe extrañar, porque nunca me has faltado tanto tiempo.

¿Cuál es el tiempo requerido para empezar a extrañar la presencia de alguien? Ya te estoy empezando a extrañar. Tu cuarenta debe pronto acabar. Si te extraño, pero no lo digo. Si te extraño, pero no lo diré. Al final, si te extraño, pero no me lo diré. 

1 comentario:

  1. Amor!! mi organismo promete ya recuperarse para poder estar como antes y disfrutar cada tarde y cada día a tu lado!! Te amo!!

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