sábado, 8 de octubre de 2011

Del café o de un placer cotidiano

Según cuenta la leyenda, ya hace muchos años de esto, el Papa Clemente VII decidió probar esa bebida “maldita” que se intentaba prohibir por ser vicio de los musulmanes, los sacerdotes le decían, no sé si textualmente pero le decían algo parecido ´el café es una invención de Satanás´ También se alegan los capellanes que era un trampa del infierno y se aseguraba que cualquiera que lo tomara estaba condenado su alma para toda la eternidad. Además los curiosos clérigos sostenían que el diablo había prohibido el vino a los islamitas seguidores de la no fe, porque Cristo era santificado con vino y era utilizado en los sacramentos, y por eso entonces Belcebú les dio una mezcolanza negra, olorosa y de sabor fuerte llamada café.

Así empieza toda una serie de historias y anécdotas que se derivan del café. Seria para mi imposible o por lo menos no en una cuartilla, poder contar todas y cada una de las historias que provienen de los cafetales. Pero si podemos recordar cuantas historias fueron contadas al calor de una buena taza de café. Cuantas horas no hemos estado sentados platicando alrededor una mesa degustando, ya sea un expreso o un americano, capuchino o alguna de sus variantes.

El café nos permite platicar y convivir con nuestra especie y hasta con uno mismo. Es por definición una bebida social, amena y reconciliadora, que permite la interacción con los demás y la introspección con sí mismo. Bebida que nos levante por la mañanas y nos calma por las noches.

De fácil acceso hoy en día, podemos encontrar una variedad muy amplia de cafés, y no solamente eso, tenemos como cada vez más cafeterías a la mano que nos permite disfrutar de sus placeres sin necesidad de hacerlo nosotros mismos. Las cafeterías que han logrado ser un lugar completamente democrático, tan presto van un adulto como un joven, un pobre o un rico, puedes ir solo a acompañado que importa; al café no le incumbe quién eres, solo le importa que te entregues a sus placeres.

Tal vez nunca me compre la mansión de millones de pesos, ni compre el carro deportivo mas renombrado, ni puedo alcanzar muchos lujos del mundo materialista ofrece como obligación, pero lo que sí puedo y lo he hecho es haberme tomado una taza de café de los mejores cafetales del mundo, y es accesible para todos.

Alguna vez escuche a alguien decir que el café era “Negro como el diablo, caliente como el infierno, puro como un ángel, suave como el amor”.

Recomendación para hoy: vayan ir tomen un buena taza de café, solos o acompañados como sea, pero no dejen pasar este momento de placer.

2 comentarios:

  1. Mi amor!!! Buenisimo de mis favoritos al igual que el café, amo esa bebida que hace que compartamos tantos estados de ánimos, momentos, recuerdos, sueños etc. Doy gracias a la vida por dejarme compartir contigo tantas tazas de cafe!!

    TE AMO!!

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  2. Yo a ti mi amor. Siempre el café es una buena razón para estar juntos.

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