jueves, 6 de octubre de 2011

De la enfermedad o ya no se que hacer

Me siento un poco mal, esta maldita opresión en el pecho no me deja en paz. Tal vez fue la cena que me hizo daño. Tengo polvo en los ojos, con su permiso, no tardo… esta gripa no se me quita. ¿Cuándo se me quitara este malestar? ¿Por qué no desaparece? ¿Qué quiere? No tengo nada que dar.

¡Que se vaya! ¡Sólo quiero que me deje en paz! Por favor Dios, pídele que ya me suelte. ¿Con que se quita esta enfermedad? ¿Por qué no puedo respirar? ¿Por qué me duele la cabeza? ¿Quién me puede contestar? ¿Quién me puede ayudar’ ¿Por qué me encuentro solo? ¿Por qué me siento tan solo? ¿Por qué hay tanta gente aquí? ¿Por qué tengo que estar aquí? No me dejan salir. ¿Por qué no me dejan salir?

Estoy cansado muy cansado, solo quiero una salida y no la puedo encontrar. ¿Ya qué me puede importar? Siento algo de fiebre, seguido de escalofríos, se me hace que mejor me pongo algo para cubrirme el cuerpo. Ya tengo suficiente con el dolor de cabeza, como para todavía que me duela el cuerpo, no me puede mover a gusto. Además no me puedo ni mover, ando mareado, tengo náuseas, es peor que estar en el mar. La debilidad no me deja caminar, tengo tos, me sigue doliendo la garganta.

Ya me acabe una caja de pañuelos, mendigo moqueo no me deja inhalar. De tanto soplar y resoplar por la nariz, los oídos ya me van estallar.

Esto ya es serio, no tengo hambre, yo siempre tengo hambre pero ahora no tengo hambre. Moriré de hambre si no como, pero no tengo hambre así que se me hace que no moriré.

Ya fui con el doctor, un té y un ibuprofeno me receto. “No tomes antigripales” me recomendó.

Por si es gripe, influenza o un solo malestar para respirar, ya me voy a acostar.

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