viernes, 7 de octubre de 2011

De la sangre o de lo que circula por mis venas

Desde ya hace más de 3 años padezco de policitemia vera. ¿Qué es? Es un trastorno en la producción de glóbulos rojos en la sangre, una enfermedad de la medula ósea que por algún motivo produce sangre y no sabe cuando parar. Aparte mi policitemia es esencial, se traduce en no tiene causa aparente. Alguien me dijo que tal vez era un alteración en el gen JAK2V617F (parece clave de confirmación de vuelo), realmente no lo sé. Se trata con medicamentos oncológicos y son sangrías terapéuticas y como complemento al tratamiento ejercicio y dieta rigurosa.

Algunos de los síntomas son:

Lo más curiosos es que yo no siento nada de lo anterior.

Voy con regularidad a practicarme exámenes de sangre, el más común es una biometría hemática. Y cada vez que me dan mis resultados, tomo la hoja donde vienen los intervalos de referencia y comparo los resultados; y leo eritrocitos, hemoglobina, hematocrito, volumen corpuscular medio, media de hemoglobina, media de hemoglobina corpuscular, anchura de distribución eritrocitaria, leucocitos, linfocitos, monocitos, basofilos, eosinofilos, neutrofilos, mielocitos, meramielocitos, neutrofilos en bandas, neutrofilos segmentados, plaquetas y volumen plaquetario.

Y eso no es todo, dentro de las observaciones al calce aparece si existe: microcistisis, hipocromía, anisocitosis, ovalicitos, poiquilocitos, células en cesta, plaquetas gigantes, estomatocitos, núcleos desnudos, pseudopelguer, macroplaquetas, policromatofilia, neutrofilos con granulación toxica, neutrofilos vacuolados, eritroblastos y linfocitos atípicos.

El cuerpo humano es genial, jamás me hubiera imaginado que tanto corre por mis venas. Es por demás sorprendente la fisiología humana, y aunque tengo un posgrado en fisiología vegetal, lo que pasa por mis entrañas no me deja de fascinar. Es maravillosa la maquinaria humana. Recomendación personal: cuídenla. No tienen otra de repuesto.

Y termino con pequeño fragmento de la canción “El Plebeyo” de Felipe Plingo Alva

Mi sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo

el alma en que se anida mi incomparable amor.

ella de noble cuna y yo humilde plebeyo,

no es distinta la sangre ni es otro el corazón.

¡Señor por qué los seres no son de igual valor!..

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