jueves, 27 de octubre de 2011

De la carne asada o del verdadero cocinero

En la actividad de hacer carne asada, es cuando los verdaderos hombres sacan a relucir sus virtudes culinarias. Antes que nada, las “carnes asadas” son por excelencia una actividad tribal, ningún hombre que se digne de serlo está en la parrilla solo, tiene que tener a sus amigos, supongo que como porristas o animadoras, ¿vaya usted a saber?

Una vez que se tiene la lista oficial de invitados, se pusieron de acuerdo en la hora y detalles menores, el marido se ofrece voluntariamente a cocinar, y se desencadena una serie de eventos que van más o menos así:

1. El hombre saca el asador y el carbón vegetal y procede a la ignición del mismo

2. La mujer limpia la parrilla

3. La mujer va al mercado hacer las compras, no olvide las tortillas

4. La mujer prepara la salsa y porque no un guacamole

5. La mujer prepara la carne para asar.

6. La mujer coloca sobre un plato todos y cada uno de los utensilios y condimentos necesarios.

7. La mujer lleva la carne, la parrilla y el plato al hombre, que esta tumbado al lado del asador tomando una cerveza para eso del calor. Y replica el individuo “Por fin. ¿Por qué te tardaste tanto?”

8. El hombre coloca la carne sobre la parrilla

9. La mujer aprovecha el tiempo y hace unos frijoles charros, para eso del antojo

10. La mujer sazona la ensalada: una que otra de sus amigas esta adieta y no como mucha carne.

11. La mujer prepara un postre; no todos están adieta.

12. La mujer vuelve a salir al exterior para decirle a su marido que saque la carne del asador porque ya se está carbonizando.

13. El hombre saca la carne de la parrilla con mucho cuidado y se la da a su mujer.

14. La mujer pone en la tabla y corta la carne, coloca el platón de la carne, los frijoles, las salsas, el guacamole, las tortillas calientes y la ensalada en la mesa para que todos puedan comer.

15. El hombre se sirve otra cerveza.

16. La mujer recoge los platos, vasos, cubiertos, limpia la mesa y prepara el café.

17. La mujer sirve el café y el postre.

18. Tras la comida la mujer vuelve a limpiar la mesa y guarda.

19. La mujer lava los platos y ordena la cocina.

20. El hombre deja el asador todavía en el jardín pues aún tiene brasas ardiendo.

21. El hombre pregunta a su mujer si ha disfrutado de no haber tenido que cocinar.

22. Ante se mueca de desdén, el hombre concluye que las mujeres jamás estarán satisfechas.

…. Inches viejas malagradecidas, nunca toman en cuenta todo lo que hacemos por ellas.

(Gracias a la colaboración involuntaria de muchas gentes que no me atrevo a nombrar, pero gracias de todas formas)

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