lunes, 17 de octubre de 2011

De las promesas o de los sueños no cumplidos

Otra vez no cumplí con mis promesas. Y no me siento nada bien por eso, y nos que no quiera, simplemente a veces no puede y por no hacerla sentir mal en el momento, termino matándola por las promesas rotas.

Todas las promesas trato de cumplir, hago siempre mi mejor esfuerzo para hacerte feliz. Y entonces cuando las promesas no significan nada, cuando el jurar ya representa un simulacro, pierdes el dormir, pierdes la calma por no saber cumplir; retorciendo en la cama, pensando. Jurándote a ti mismo no volver a jurar jamás. Prometiendo no volver a prometer, jugando y conjugando verbos innecesarios.

Queda en los recuerdos un pasado perdido, destruyendo el día existente por la angustia de algo que ya no va suceder. Y ¿si sólo fue un indicativo de un pretérito imperfecto o indefinido? Y ¿si sólo es un subjuntivo? Creo que llega, creo que llegará, creo que llegó, creo que llegaba, creo que llegaría, creo que ha llegado, creo que habrá llegado, creía que había llegado, creía que habrá llegado. No importo la construcción verbal, al final, nunca llegó, tampoco llegará. Pasado imperfecto, presente habitual, futuro incierto.

De las promesas rotas que falle, que aunque intente, las intenciones eras buenas. De noble designio y nunca cobarde la ejecución. Sueños sin cumplir fue lo que resulto de una no muy buena actuación. Otra vez te mentí. Pero no fue con intención, jamás intente romper el corazón. Experimento corregirlo, solamente parece que no es mi destino. Y siguen girando los tiempos, buscando los potenciales del juego. “Dijo que regresaría”, simple futuro del pasado. “Tendría treinta años”, de probabilidad. “Si tuviese dinero compraría esta casa para ti”, apódosis, condicional de un verbo no por fusionar.

Sueños rotos e imperfectos, dejando vacío el espacio; sitio una vez ocupado por el cariño, hoy destituido por el olvido. “Aseguraba que cuando volviésemos habría terminado su promesa”. Compuesto de un futuro del pasado, pero con anterioridad a otra acción. Y a veces solo queda en la esperanza la probabilidad, “habría cumplido su promesa”.

Y a la hora de la sintaxis de la promesa, el núcleo del sujeto lo debería de mantenerlo simple y no modificar el núcleo con completos indeseables; con un predicado nominal y sus atributos del complemento, ya sea indirecto o circunstancial. En la ortografía de los sueños por cumplir, es regla que no interfiera el léxico con barbarismos ni la impropiedad. Dejar a lado en la morfología del enunciado el plural falso, desinencias incorrectas, incorrecciones en la conjugación, confusiones en los prefijos y formaciones de derivaciones falsas.

Y cuando mis promesas ya no sirven para nada, la gramática de mi alma se volverá un arcaísmo difícil de recordar. Cuando lo que dice son palabras vacías, no existirá verbo, ni adjetivo alguno, ya no habrá adverbio ni pronombre posesivo que me ligue a tu corazón.

1 comentario:

  1. Amor mio!!! Las promesas son ilusiones que muchas veces por diferentes circunstancias no las podemos cumplir, pero tu eres mi mayor alegría y no necesito de promesas para seguir amando tus bellas acciones con las que me demuestras tu amor día a día! Te amo!!

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