domingo, 23 de octubre de 2011

De la inocencia o la falsa creencia.

Un joven desprovisto de toda experiencia en las artes de las concupiscencias se enamoró perdidamente de una chica de envases livianos, por no decir de cascos ligeros, y le propuso matrimonio. Respondió ella con sinceridad: “No puedo casarme contigo. Soy ninfómana”. “¡Qué importa eso! -respondió, vehemente, -. ¡Roba todo lo que quieras; lo único que te pido es que me seas fiel!”

Ya repuesto de tal rechazo y dejando que el tiempo curara lo que a veces el alcohol no puede. Conoce a joven de atractivos prominentes y buen andar, que con el trato y un cortejo prolongado deciden contraer nupcias.

Ya una vez en la primer noche de recién casados, cuando se van a la cama e instalados en la tálamo lúdico, el marido se acercó a su mujer con evidentes intenciones amorosas y ella le dice al cónyuge recién adquirido "Sabes Gordo, no te lo había dicho, pero no sé hacer nada de nada”.

El esposo feliz y orgulloso pensó; por fin encontré una mujer inmaculada, me saque la lotería, todavía pensó el marido rápidamente, “si se lo dije a mi mamá, que ella era casta y pura, que suerte tengo”. Si yo le decía a mi madre que no era como la lagartona aquella que vestía siempre ropa carísima, de marca. Que cuando la cuestiono de su vestimenta sucedió algo así: "¿Cómo haces para vestir tan elegantemente?". "Es fácil -respondió la joven con cierto tono altanero-. Me visto en abonos y me desvisto al contado".

Regresando la pasividad aparente del lecho nupcial, "Tranquila corazoncito, no te asustes, tú te desnudas, te acuestas y te relajas. Yo haré el resto". Decía con seguridad el jovenzuelo, que había ya leído una copia abreviada e ilustrada del Kama-Sutra versión principiante.

A lo que la virginal esposa manifestó. "No; si coger si sé. Hago el perrito, helicóptero, carretilla, paracaídas, la vaca muerta, el 69, la rosca, el pollo asado, el sombrerito, la catapulta, el beso negro, la caída del ángel, el salto del tigre, los transformes, el rabo de cochino, las 4 esquinas, boca de caimán, sopla maíz, sopla nuca, la arranca yuca, potra salvaje, la bicicleta, el pavo de navidad, la tijereta, palo a pique, locomotora, el brinco del ropero, cruz grande, cruz chiquita, el remolino, rompe colchón, boca de mono, chivito en precipicio, esquina con Pino Suarez, niño envuelto en alcaparras, el salto del tigre con dos vueltas inversas , el chupirul con chocolate y fresa, la quebradora en todo lo alto, el cangurito inverso, el mañanero, rapidín con ropa, rapidín en microbús, mameluco en el carro, cangrejito playero, de a muertito en el jacuzzi, saca punta sin aceite, piernitas al lomo, el crucero de reforma, salta pa´tras con cucurucho, la víbora escupidora, y si se puedo hasta tríos y cuartetos.”

“Lo que no se es lavar, planchar, ni cocinar. Mi amor”

(Inspirado en Armando Fuentes Aguirre)

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