sábado, 29 de octubre de 2011

De Rigo Tovar o de lo que nos dejo

Estado de Tamaulipas, aparte de ser un bello Estado de la Republica, de gente buena y trabajadora, vio nacer a dos de las más grandes luminarias del espectáculo en México.  El primero, a quien le debo gran parte de mis enseñanzas en eso de los amores, es Mauricio Garcés, el gran Zorro Plateado (de quien hablaremos después) y el otro todo un icono de la música tropical mexicana Rigoberto Tovar García, mejor conocido como Rigo Tovar.
Doña Sarita García, madre del cantante, le puso el nombre de Rigoberto porque le había gustado ese nombre de un trapecista del Circo Unión. Por lo menos así lo relato uno vez Don Homobono Tovar Cisneros, su padre.
Es considerado el padre de la música grupera y tropical, un pionero que  mezclo la música de cumbia, la balada y el bolero con elementos de rock; al utilizar guitarras eléctricas, sintetizadores, bajo eléctrico, efectos de sampleo, órganos moog y batería eléctrica con instrumentos acústicos.
Otra de las características del intérprete fueron aquellos elementos personales que Rigo introdujo a sus canciones, así escuchamos gritos de “¡Ándale!”, el “He He Pa”, o “Así mero Costa Azul” y sus fans le devolvían el gesto con gritos de “Yo Digo Rigo” y “Rigo es Amor”. Y para demostrarle su felicidad y conexión con sus fans, el inconfundible brinquito de felicidad.
Aprendimos que “a orillas del rio bravo hay una linda región, con un pueblito que llevo muy dentro del corazón”. “Mi Matamoros querido, nunca te podre olvidar”. Y que tal cuando quisimos soñar y saber “Cómo será la mujer, que será dueña de mi”, “ser una rubia, una pelirroja, será chaparra, será grandota, será bonita, será fellota” pero que “baile cumbia, que mueva el bote y la cintura y también los pies”. Y después de conseguir a esa mujer poderla ver a los ojos y decirle “Quiero decirte todas mis inquietudes contarte mis alegrías y mis quebrantos, quiero que me comprendas, seques mi llanto que sufro tanto, quiero seas para mi, mi amiga, mi esposa y mi amante.” Mira nomas que cosa tan más bonita. O cuando queríamos convencer a la muchacha “Te quiero como nadie te ha querido, te quiero como nadie te querrá, no creas que son solo palabritas que se dicen nada más.”  No siempre funcionaba, pero uno de hacia el intento. 
 
Pero no fue todo lo que nos dejo, también nos enseño a decir la excusas como: “Perdóname mi amor por ser tan guapo, simplemente es un regalo celestial, que quieres las mujeres me persiguen, me han convertido en su objeto sexual.”  No es fácil vivir así, por eso nos dio una recomendación a la hora de hacer nuestro testamento, y dice algo así: “Ahora que siento que ya estoy cansado, que me estoy muriendo y estoy preocupado. Oye abogado quiero que me escuches, estoy acabado y es de tanto amor”…. “Asunción de dejo aquí mi corazón, a María toda, toda mi alegría, a Teresa toda, toda mi tristeza, a la fiel Leticia todas mis caricias y a la cruel amparo nada por infiel. Y es mi testamento que ahora formule”. Y que tal cuando de puro despecho nos enseño a decir “No que no, vas a llorar por mí, cuando estuviera lejos de ti. No que no, ibas a extrañar mis besos, cuando estuvieras lejos de mí. Vivirás, pensó en los momentos gratos, de aquel amor que te di. Lloraras y lloraras, pensando en que nunca jamás yo vuelva a ti.”
Y que tal a ser amables con un viejo amor que por casualidad un buen día en la calle te toparas con aquella mujer, le verías a los ojos y le dirías: “Oh que gusto de volverte a ver, saludarte y saber que estas bien. Oh que gusto volverte a encontrar, tan bonita, guapa y tan jovial.”
Y nos cultivamos a bailar “a caballo” y bailamos en las bodas “el serenito” y “quítate la máscara” y hasta el “pájaro chogui”.  Que chulada de pela´o fue Rigo Tovar y su legado.

1 comentario:

  1. Amor que divertida la publicación de hoy!!! y coincido Rigo es amor!! y yo siempre te diré: Oh que gusto de volverte a ver jaja Te amo!!!

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