Los juguetes
son una forma de expresión representativa de los pueblos y en los juguetes tradicionales
mexicanos, podemos ver mucho del ingenio, humor y colorido que son emblemáticos
de nuestra cultura.
Los tradicionales
juguetes están elaborados de forma artesanal de madera, tela, latón
principalmente y el elemento principal sigue siendo la imaginación del artesano
al plasmar en forma tridimensional la imaginación. Por muchas generaciones nos han divertido y es
una clara demostración del arte y la sana recreación; y son motivo de regalo
para cualquier ocasión no importando si tu niñez ya pasó algunos años atrás.
De acuerdo con el
Conaculta, muchos de los juguetes típicos mexicanos tienen su origen en el
Virreinato, época en la que eran comunes los juegos como la tradicional
lotería, serpientes y escaleras o la matatena.
Al igual que las muñecas
de trapo, cartón, madera y porcelana, las matracas, atrapanovios, marionetas,
papalotes, viboritas, caballitos, canicas, silbatos, trenes de madera y de latón,
yo-yo, baleros, pirinolas, lotería, marionetas, resortera, piñatas, tablitas,
trompos, son y han sido parte de nuestras vidas y de muchas horas de diversión.
Y haciendo una confesión, algunos adultos todavía disfrutamos de estos juguetes
que no son más que un gran imán a la niñez.
Es imposible no tener un
juguete de este tipo en las manos y no recordar; recordar la primera vez que lo
jugamos, recordar donde estábamos, recordar olores y sabores del pasado de un
México que vive dentro de nosotros y que se niega a morir. Recordar una
infancia llena de ilusiones entre risas y una que otra caída y raspones, y ¿por
qué no? hasta uno que otro chichón.
Es imposible negar que al día
de hoy, los juguetes tradicionales cumplen con las características y cualidades
que todo buen juguete debe de cumplir; nos hacen soñar, nos hacen pensar y nos
dan destreza motriz; lo que hoy es cuestionable en muchos juguetes modernos.
Su valor artístico y el
ingenio de sus creadores saltan a la vista y son innegables.
Es por ello que
actualmente existen lugares dedicados enteramente a exhibir juguetes mexicanos,
como el Museo del Juguete Popular Mexicano (La Esquina) (Núñez 40 centro, San Miguel de Allende, Gto.) o el Museo del Juguete Antiguo México
(Dr. Olvera 15, Col. Doctores a unos pasos del Eje Central).
Se trata de piezas o de obras de
arte que son apreciadas por conocedores y coleccionistas, tanto nacionales como
extranjeros, y también por los que tenemos algo de nostalgia por aquel tipo de
juguete que pasaron de abuelos a padres a hijos.
Aunque en tiempos modernos, los
juguetes tradicionales son vistos como piezas de museo, no tienen ni deben de
estar peleados. La gran riqueza y el enorme legado cultural que nos dejan,
mientras que existan niños, van a perdurar.
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