jueves, 1 de marzo de 2012

De cómo te ven o de las apariencias


La imagen no lo es todo, pero cuenta más de lo que nos gusta. Es cierto que una buena imagen no te va abrir todas las puertas del éxito, pero una imagen desalineada sí te va a cerrar muchas oportunidades. De una forma inconsciente y muchas veces mas consiente, todos los días juzgamos a las  personas por su apariencia, y al mismo tiempo nos están juzgando, este juego es de dos vías.

Ok, tal vez el exterior no es lo más importante, pero en un mundo de percepciones, la imagen que se proyecta y más en el mundo profesional, influye tanto de manera positiva como negativa; aquí la opción es personal.

Además de las habilidades técnicas y de conocimiento, las organizaciones dan mucha importancia a la hora de crear una imagen institucional sólida, a la forma en que la persona se vista, ponga atención en su arreglo personal (maquillaje, cabello y manos) y proyecte el aplomo y seguridad en sí misma.

No basta más que unos treinta segundos para causar impacto en las personas; cuando un posible empleador te mira y piense en ti como una potencial fuerza de trabajo tendrá que tomar en cuenta: tu personalidad, tu habilidad para competir, tu nivel de educación,  tus buenos modales, sentido del humor, raíces culturales y el grado de confianza que inspira tu persona.

Mucho para solamente treinta segundos, así que todos tus diplomas y títulos y papelitos pasan a un segundo término; cruel pero cierto. En treinta segundos la gente se formara una idea de tu persona, basada en tu apariencia, no en tus conocimientos.

De aquí el arte del engaño, si envías un mensaje positivo, la persona en frente de ti asumirá que otros aspectos en ti también son positivos; doblemente cruel. Ahora que si eres el próximo Einstein, pero mandas un mensaje negativo, a un posible empleador, compañero de trabajo, un cliente nuevo, jamás obtendrá el trabajo o cerraras un trato.

¿Muy superficial o negativo? La verdad sí, el mundo real no va esperar a conocerte; no tiene tiempo de conocerte como persona, para eso tienes a tus padres y a tus amigos o hermanos que te conocen y te valoran como persona; en un mundo laboral o empresarial, los buenos sentimientos se tienen que guardar en un baúl.

Tampoco porque seas un niño o niña bonita te van a dar el gran trabajo, ni todos te van a rendir y se te van a abrir las puertas del éxito.  Vas a encontrar en el mundo muchas historias de éxito de gente que no  tuvo que depender de su apariencia física para obtener el éxito, estos casos son los menos, no te engañes.

Ahora hay cosas muy sencillas que puedes hacer, no necesariamente tienes que tener el gran guardarropa o las grandes marcas; y esto va en serio, un buen baño, bien peinado, con ropa limpia y planchada, el cabello alineado, calzado limpio, pueden hacer grandes diferencias. Por cierto no presumas tus tatuajes y tus perforaciones corporales, usualmente a nadie le importan.

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