martes, 27 de marzo de 2012

De libre albedrio o de la falta de libertad


Todos en un momento, o en varios, de nuestra vida, hemos sentido que no tenemos el control total de nuestra vida. Realmente no podemos tener el control al 100%, si en un porcentaje tal vez del 50%, pero nunca podemos tener en nuestras manos todo y cuanto sucede y mucho menos podemos tener resulto todo y cuando pasa a nuestro alrededor.

Aquí en donde nos enfrascamos en una discusión tipo bizantina donde la pregunta básica y milenaria es. ¿Tenemos libre albedrio en un sentido estricto? O ¿tenemos la posibilidad de elegir? La creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. El concepto es comúnmente usado y tiene connotaciones objetivas al indicar la realización de una acción por un agente no-condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad. No tengo idea que dije, pero suena bien o por lo menos me veo como una persona inteligente.

El principio de libre albedrio tiene muchas implicaciones religiosas, éticas, psicológicas, jurídicas y hasta científicas; y lo peor del caso es que no siempre las ideas de las deferentes disciplinas coinciden en las formas. Mientras que la ética puede presuponer que las acciones de un individuo son actos responsables, la psicología puede decir que la acción nos es más que la mente dirigiendo un cuerpo.

Ahora que en ciencia no existe tal cosa como libre albedrío, y como podría serlo si somos de primera instancia esclavos de un código genético con el cual nacemos y nos vamos a morir con él, y aparte lo vamos a transmitir. Nacemos con una información predeterminada y no podemos hacer nada al respecto; podremos usar cosméticos para vernos mejor, pero los que padecemos de alopecia congénita, o calvicie pues, entendemos que somos prisioneros de nuestros genes y obedecemos a nuestras hormonas. Y si nos metemos en  física cuántica, las cosas se ponen peor.

Muchos no creemos en el destino, ni creemos que el futuro ya está predeterminado, si así fuera el caso, entonces no tendría ningún caso hacer nada porque finalmente hiciéramos lo que hiciéramos, el resultado final ya estaba predicho. Pamplinas, es la de las cosas más idiotas que alguna vez escuche en mi vida.

Tal vez no sea dueño de todos los acontecimientos que me rodean, pero si tengo la opción de elegir. Hoy elegí escribir sobre la elección de elegir. No hay astro, nube, carta, hueso, escrito, piedra, deidad, tabla de madera ni predicción maya,  que puedan decirme con certeza que va ser de mi vida hoy.

Solamente yo tengo el poder sobre mis decisiones, tal vez correctas o incorrectas, tal vez resolví a tiempo o a destiempo y en el camino me habré de equivocar muchas veces más, pero todo fue y es mi responsabilidad y ni de ninguna bruja, brujo, adivinador y cosa por el estilo. Porque hoy como hace mucho tiempo, el único responsable de mis éxitos y fracasos, soy Yo. 

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