Jamás pensé es
escribir sobre este tema, pero las circunstancias de hoy en la mañana me
obligan a vomitar lo que traigo dentro. Ayer se juego en la ciudad de
Monterrey, Nuevo León, México, el primero de dos juegos que habrá de decidir quién
será el campeón del futbol mexicano de esta modalidad de torneo corto,
desconozco si es apertura o clausura 2012, pero es algo así.
Los equipos
que se enfrentaron fueron Rayados de Monterrey y el Santos Laguna, este ultimo
el equipo local de mi ciudad natal y además de eso es la ciudad donde vivo actualmente.
No soy
aficionado al futbol, y por lo mismo desconozco mucho de su accionar. No comparto
ni entiendo las pasiones que salen de este juego. Ayer vi el juego
tranquilamente en la comodidad de un sofá, como no es de mis querencias, pues
no salgo a un lugar especial a ver este tipo de espectáculo.
Entiendo que
es un tema de filias y fobias, amores y odios, entusiasmo y decepciones, pero
lo mismo es la política y la religión, por lo que no me meto en estos temas,
porque se que voy abrir mi boca, va a salir aire caliente en forma de ondas
sonoras y voy a decir algo que sin intención alguna va a ofender a alguien de
los presentes.
He intentado en
mi adultez que me guste el futbol, pero es definitivo, cuando una pasión no se adquiere
de niño, no se aprende de grande.
Ayer hubo por
lo que entendí dos malos de la historia, el árbitro que cual nazareno siempre
va a salir crucificado, y al parecer no tuvo una actuación imparcial y un
jugador del equipo de Rayados que tuvo la oportunidad de meter un tiro penal en
el último minuto de juego, ya en tiempo de compensación, y de esta manera
empatar el marcador.
¿Y yo que
tengo que ver con todo esto? Tanto el silbante del juego, Mauricio Morales, el
jugador de Rayados, “Chupetes” Suazo (ambos nombres los tuve que buscar en la
red) y Yo, lo único que tenemos en común es que los tres andamos a rape. Si ningún de los tres portamos cabellera alguna.
La verdad a mi
me importa poca, pero desde ayer y hoy en la mañana, transitando por la calle,
sin mencionar todo lo que leí en Facebook y Twitter, se la han pasado insultando
por estar y ser “pelón”. Yo no juegue, yo no marque ningún penal, no me importa
el juego, creo que ya estaba dormido antes de que finalizara el partido, pero
el nivel de agresión es mucha, existe una cantidad enorme de odio y solo por no
tener cabello. Yo no digo que todos los aficionados al futbol sean así de
idiotas, pero una parte al parecer es lo bastante intolerante como para querer
desquitar sus frustraciones en lo que les parece que les ofendió.
Nunca lo voy a
entender, lo único que espero que es ningún otro pelón le vaya a meter un gol
al equipo local y me vayan a linchar.
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ResponderEliminarMi vida!! Tu ignoralos!!! Te amo!!
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