sábado, 12 de mayo de 2012

De la tranquilidad o de no pensar bien


Hoy por algún motivo, y desconozco las causas, tenga una rara sensación de serenidad y de sosiego. Estoy en calma y siento una rara quietud que no recuerdo haber experimentado desde hace buen rato.

Estoy tranquilo, pero ¿no se qué hacer con esta tranquilidad?  Cuando no puedo definir las situaciones, como siempre me pasa, me duele la panza. De me hace un vacio en el estomago y es como tener acidez pero más leve y sin tantos estragos.

No se estar tranquilo, es una condición que es parte del mundo actual. ¿Tranquilo emocionalmente, tranquilo espiritualmente, tranquilo mentalmente? ¿Cómo voy a saber la diferencia? ¿O todo es lo mismo? Si no estuviera tranquilo en todos los aspectos, luego entonces, estoy intranquilo. La tranquilidad debería de ser total.

La mente no descansa en ningún momento, y ¿cómo podría hacerlo? La mente controla todo lo que pasa en el cuerpo, así que si se relajara tal vez se lo olvide respirar, o el corazón dejar de latir. La mente tal vez tenga ciertos periodos donde su actividad es menor. Pero nunca descansa.

Si lo ha de hacer  porque mi mente en  anda por otro mundo divagando sobre la inmensidad del universo y no puedo escribir realmente nada. Ante tal acontecimiento, solamente me queda recurrir a la ayuda externa o a la iluminación divina.
Pero en realidad si ando tranquilo y juro que no he tomado ningún tipo de fármaco, ni té, ni nada para el nervio.

No puede establecer que ande de buen humor, no me estoy riendo de nada. Por momentos saltan ideas que no son más que pendientes que tengo que tarde que temprano realizar. No voy hacer nada temprano, así que tendrá que ser tarde.

Definitivo, la mente no acciona cuando no tiene algún tipo de presión. Véanme a mi, no tengo mucho que hacer, y si tengo que hacer, no lo estoy haciendo como debería. Porque si estuviera haciendo lo que tengo que hacer, entonces no estaría haciendo lo que estoy haciendo en este momento.

Así que termino con algunas frases del mimo mexicano Cantinflas, porque como que ando algo así, pero no tanto:

Yo amo, tu amas, el ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojala no fuese conjugación sino realidad
Algo malo debe de tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado
Si se necesita un sacrificio… renuncio a mi parte y agarro la suya.
Artista: nombre que se dan muchos artesanos.
Aquel que mete la pata y reconoce su falta, de prueba de su valor, reconociendo su falta.
Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos.
El mundo debería reírse más, pero después de haber comido.
Ahí está el detalle. 

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