Alevilla que
vuelas girando en torno de una lámpara de neón. Vives la vida esperando a que algún
gandul tenga ganas de amor. Indolente cliente que sólo espera saciar sus
amores, mujer de macula que no le importa más seguir el curso de un sinfín de
historias jamás contadas.
Cortesana perfecta,
sólo buscas un poco de dinero. Mientras el tunante busca apagar el dolor que le
produce la opresión de un líquido seminal, que no importa cómo, pero debe
aliviar. Gozosa de sonrisa, incitadora de fachada y triste el corazón.
Volteas pizpereta
en busca del siguiente villano que te pueda poseer y que con engaños de amor,
te pueda dar algo de comer. Picara indiferente del corazón, ya te acostumbraste
a vivir en el dolor.
Lechuguina
soñadora, solo esperas que llegue el próximo tuno para albergar el sentimiento
en el sótano del sufrimiento. Villano se te presentó la alegría y holgazán la
fortuna, cierra tus ojos, deja todo y
termina.
¿Y si te dicen
puta? No lo eres del alma, el ruin destino te traiciono. Mujer triste que
esperas, farolera rondadora de empatía. Coqueta por el cuerpo, vendedora de
momentos, solamente la vida es ligera cuando no hay aprovecho.
Piruja bribona
que son encantos explícitos, buscas facilitar el instante de amoríos no vistos.
Eyaculación de mentiras que le susurras al marchante, balbuceos de temor porque
que alguna vez acabe.
Galocha
andante, ganforra errante. Se te fue la vida entre camastros y sabanas de hilo.
Bribón aquel que tomó de la mano pidiéndote comprensión. Vuelve ramera y desconecta tu núcleo
espiritual, que al próximo negociante
nada le va a importar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario