sábado, 30 de junio de 2012

Del voto o del mexicano completo


Hoy es fin de mes, marca el final del primer semestre del año y mañana es el primer domingo de julio y como todo primer domingo de julio como marca el calendario electoral mexicano es día de elegir Presidente de la Republica y diputados y senadores para el H. Congreso de la Unión, como cada seis años lo hacemos.

Ya pasaron los 90 días de campaña y nos quedan unas pocas horas para terminar de reflexionar por cual Partido Político o por cuál de los Candidatos vamos a emitir nuestro sufragio.  Ya fuimos invadidos por millones de spots o impactos tanto en radio como en televisión y creo que muchos quedamos hartos de escuchar promesas y mas promesas y todo eso que los candidatos hacen salir de su boca para engancharnos y convencernos que son la mejor opción.

También escuchamos toda una serie de vituperios y denostaciones que lejos de aportar a las campañas, demostraron la ansiedad y desesperación de todos los candidatos y partidos por demostrar que el de enfrente era malo y nunca demostraron que ellos eran buenos. En fin es parte de lo mismo y ya lo hecho, hecho esta.

Pero lejos de todo la parafernalia electoral y los espejitos de colores, los Partidos y su Candidatos ya hicieron su labor, muy cuestionable y aburrida a mi mejor parecer, pero ya hicieron lo que a ellos les correspondía. Ahora nos corresponde a nosotros hacer nuestra labor; emitir un sufragio libre y secreto, manifestando nuestra clara decisión de voto.

No ir a votar no es una opción, no es opción y ya. Acercarse a una casilla y votar no es pérdida de tiempo y tampoco es inútil. Es una obligación que nos convierte en ciudadanos plenos, gozosos de nuestras obligaciones y derechos. Hoy más que nunca es nuestra responsabilidad hacer de mañana un día de Fiesta Nacional. Tenemos muy pocas formas de acercarnos a la política, como ciudadanos comunes, y el voto es la expresión máxima de aprobación o de desaprobación.

Solo una sociedad democrática y plural puede tener acceso a la rendición de cuentas por parte de sus gobernantes y, aunque suene muy romántico, es la forma civilizada de dirimir nuestras diferencias y es el camino a la concertar ideas.

Salgan a votar tranquilos sabiendo que tenemos instituciones firmes y solidas como los son el IFE (Instituto Federal Electoral) y el TRIFE (Tribunal Federal Electoral) que van a velar por la integridad del voto. Y que los funcionarios de casillas son gente como nosotros y que son nuestros vecinos y no van a permitir que sean violentados nuestros derechos electorales. Y que va haber representantes de todos los partidos y observadores electorales y millones de nosotros que vamos a estar pendientes de esta Elección. He sido por muchos años estudioso de los procesos electorales en México y estoy convencido de mis palabras.

Yo por mi parte voy a ser de mañana un día de celebración; me voy a despertar temprano, me voy a bañar y arreglar, porque como en toda fiesta hay que ir presentables para la ocasión. Como la casilla me queda cerca de la casa voy aprovechar la mañana para dar una ligera caminata. Voy a llegar a la casilla y con todo el gusto y respeto que me merece mi país, voy a sufragar mi voto. Con orgullo dejare que con la tinta indeleble marquen mi pulgar derecho. Y al final le voy a desear a todos los presentes que tenga un excelente día antes de retirarme a mi casa.

Y hare del resto de la jornada electoral un festín. Varios establecimientos comerciales van a regalar productos o hacer descuentos en el consumo, ya vi uno que otro lugar que me interesa.
Hagan del día de las elecciones un día familiar, es buena excusa para salir con la familia a comer, a convivir y mucho más importante, si tienes hijos, a predicar con el ejemplo.

No dejes que nadie decida por ti, no dejes que pase este día sin haberte hecho presente. Porque si no estás, nadie te va a defender, nadie va a escuchar tu voz. Tu voto es tan importante como todos. Hagamos de mañana un proceso histórico, un proceso colmado de participación ciudadana.

Si somos ciudadanos respetuosos de nuestras obligaciones, eso nos convertirte en ciudadanos completos, cabales, capaces de tomar nuestras propias decisiones y dirigir el rumbo de nuestro país.

Y si al final de todo lo que dije no te pude convencer de ir a votar mañana, no hay nada que pueda hacer. Nada más no te quejes después. 

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