De lo que importa o del kínder

De vez en cuando leo ciertas cosas que se me hacen interesantes, y describen lo que muchas veces yo quiero decir, pero con una mejor idea y más clara de lo que yo pretendo explicar. No es novedad que sea un enamorado y ocupado de la educación de los jóvenes; pero a nivel universitario hay muy pocas cosas que ya se pueden hacer. Y hace unos días me topo con este poema que describe lo que para mi debería de ser el tiempo más importante en la educación de un niño. No la universidad ni la preparatoria, sino el jardín de niños.

Todo lo que realmente necesite saber, lo aprendí en el jardín de niños

Robert Fulghum

La mayor parte de lo que realmente necesite
saber para cómo sobrevivir 
 y qué hacer y cómo ser 
lo aprendí en el kinder. 
La sabiduría no estaba en la parte superior 
de la montaña de la universidad, 
sino ahí en el arenero en la escuela dominical. 

Estas son las cosas que aprendí: 

Compartir todo. 
Jugar limpio. 
No le pegues a la gente. 
Poner las cosas donde las encontraste. 
Limpiar su propio desorden. 
No tomar las cosas que no son tuyas. 
Di que lo sientes cuando le haces daño a alguien. 
Lávese las manos antes de comer. 
Tirar de la cadena del baño.
Las galletas calientes y la leche fría son buenas para ti. 
Vive una vida equilibrada.
Aprenda algo y piensa otro tanto

Y dibuja y pinta y canta y baila 
Y juega y trabaja todos los días un poco. 
Tome una siesta todas las tardes.

Cuando salgas al mundo,
Presta atención al tráfico, 
Agárrate de la mano y permanece junto.

Se consiente de las maravillas.

Espero que la traducción no esté tan mala.