Procuro no
mencionar mucho a mi familia, porque usualmente sé que voy a decir alguna tontería
que por supuesto a alguien no le va a caer en gracias. Pero mis abuelos eran
muy divertidos, no porque así fuera su carácter, eran divertidos por casualidad.
Lo mismo que pueden decir de muchos de nosotros, que somos simpáticos con proponérnoslos.
Recuerdo mucho
a mi abuela, era una persona de principios del siglo pasado, que le toco vivir
lo suficiente y ver pasar los años que se iban y ella siguió por mucho tiempo
firme en este mundo; no opinaba mucho, pero si hablaba lo suficiente.
El sus
costumbres lingüísticas tenia palabras que no siempre entendí a cabalidad, pero
yo suponía su significado; en esta ocasión no puedo hacer mucho referencia a fuentes formales porque no
existen significantes para los términos acuñados en el diario de las vicisitudes
de la concurrencia del tiempo.
Cuando mi
abuela se asombrada o tenía una emoción fuerte, definía sus sentimientos con
sus propios vocablos; así tan presto podía darle un “válgame”, como un “tramafat”;
o le agarraba la “congoja” y muchas otras veces se le aparecía el “soponcio”. Ella
decía que de tanto susto le podía dar el “mal de san vito” o “las azucares se
le subían”, le “venia el desmayo” y hasta se le “desvanecían las corvas”, vaya
usted a saber.
Le daba el “oguío”
cuando no podía respirar bien, pero también de “pegaban los espasmo” o podía andar
“tosijosa”, en fin yo sabía que tenía tos y que no podía inhalar o exhalar
aire, pero no todo era igual, ella solamente sabia como aplicar sus palabras.
Tenía un
remedio diferente para un “acabamiento de estómago”, que no era los mismo que
tener un “aislamiento de estómago” y aún pero cuando sentía que le “venia la
comida”, por si las dudas yo siempre le daba un antiácido. A la fecha nunca entendí
las sutiles diferencias.
Ella decía muchas
cosas, como todos las decimos. La brecha generacional nunca fue impedimento
para hacerse entender. La recuerdo con mucho cariño, sus palabras siempre me
han hecho sonreír.
Los abuelo son lo maximo, sus historias y anecdotas son innolvidables.
ResponderEliminarMuy buenas frases!!!
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