Si las cuentas
no me fallan y la memoria no me juega un traspié como usualmente lo hace; todavía
no entiendo las razones, pero mi memoria a través de los años no es la misma, a
veces me hace unas jugarretas que, ya ni me acuerdo que me hacen, pero algo me
hacen; bueno como no confío en mi memoria mejor busque en un fuente fidedigna, ósea
en mis apuntes; o bitácora suena más masculino que no es más que lo mismos que
un diario, pero eso es un término que utilizan las mujercitas para llevar un
registro detallado de sus memorias.
El chiste es
que hoy estoy escribiendo la entrada numero 262, ya son muchas, son 262 días
que he estado escribiendo de continuo. Ahora, no soy escritor ni nunca quise
convertirme en uno. Si la idea era, como muchos han soñado, dejar un libro para
la posteridad, ya lo tengo, no está publicado, pero ya hace años que lo
termine.
Me faltan 104 días
para terminar esta aventura, que jure que solamente iba a tener una duración de
un año. Si las cuentas no les sales, porque la suma es 366, la razón es sencilla,
me toco un año bisiesto. No es mucho lo que falta. Por momentos parece una
eternidad, pero más tiempo he esperado por muchas otras cosas.
No era mi intención
pensar en esto, porque ya estoy pensando en que voy hacer después. Empieza una
extraña nostalgia por lo no ocurrido, que es una sensación rara. Entiendo que
todo tiene que terminar, si termina la vida, cuantimas un año.
Espero quedarme
tranquilo un rato, pero ya me conozco no voy a quedarme sentado sin hacer nada.
Algo se me va a ocurrir y luego me voy a estar dando de topes en la pared
porque no sé cómo acabarlo. Pero al final siempre termino, la mayor parte del
tiempo no tengo ni idea como fue que lo logre, pero lo termino.
Y ejemplos
tengo varios que me llenan de satisfacción, como mis estudios profesionales que
como Dios me dio a entender termine hasta obtener mi grado de doctor. O ganar
hace ya varios años un campeonato de futbol americano, siendo titular cuando
nunca antes había jugado de manera formal. Terminar un maratón, eso fue muy
satisfactorio, en fin tengo mucho de mi pasado que me dice que puedo llegar a
la meta.
Una confesión,
ya estoy pensando que hacer, y no me disgusta empezar otra licenciatura, o
clases de baile, ya cuando llegue el momento sabré que escoger según mis circunstancias
y mi estado de salud lo permite.
Y si yo he
logrado mucho en mi vida, con las limitaciones a veces físicas o de tiempo o económicas,
¿se podrían imaginar a muchos de ustedes logrando sus sueño? Lo importante esta
en ti.
Yo estoy trabajando en uno de mis mas grandes suenios que es ser mama, este ciclo escolar fui una de las mejores maestras del instituto donde trabaje (digo trabaje porque me mandaron reposo y pues tuve renunciar).
ResponderEliminarPrimeramente Dios el anio que entra seguire luchando por mas suenios