He escrito
mucho sobre temas referentes a la cocina o a comida, y es más que obvio la razón, a mi me gusta comer. No
atascarme la cara con algo que parece comida, sino comer y gustar de mis
alimentos. Y no tienen que ser ni sofisticados o muy elaborados, es el placer y
comer y alimentarse lo que importa.
También escribo
sobre el posible origen de ciertos alimentos que me gustan y en esta ocasión son
la donas, las ricas y energéticas donas.
Los origen de
la dona o dónut se lo disputan y no está muy claro quién es el autor, pero no
importa nos quedamos con el sabor. Uno historiadores dicen y aseguran que su
precursor se puede encontrar en la gente medieval del norte de Europa, pero la
forma popular con la que esta asociada hoy en día el termino doughnut se
realizo por primera vez en 1847 cuando un marinero llamado Hanson Gregory,
hiciera el famoso agujero con la tapa de un pimentero de un barco, esto para solucionar
el problema de que la masa no se fiera en el centro. Muy inteligente, así que las donas nacen sin
centro, no se lo quitan, eso es un mito muy popularizado, de hecho mas de una
vez yo compre “centros de donas” en una pastelería local.
La otra
historia viene del dulce navideño holandés olienbollen o bolas de aceite, que
estos trajeron a Nueva Ámsterdam futura Nueva York, en el siglo XVI. Vaya usted
a saber.
Hay muchos
tipos de donas, algunas glaseadas con varios colores y confites, otras rellanas
de mermelada o crema pastelera o natilla. Las tres clases de donuts son el tipo
pastel, los leudados y tradicionales. Pero todas tienen un promedio de 300 calorías
y unos 25 gramos de grasa.
Aquí es la
parte donde supuestamente ponga la receta de cómo hacer estos panecillos
dulzones que por definición no son para la gente que quiere guardar la línea. Pero
como yo no hago rosquillas, por eso no pongo la receta. Solo doy recetas que
comida que yo alguna vez intente hacer.
Este es el
momento donde ustedes se paran de su asiento y salen a comprar por lo menos una
media docena de ricas donas (la media docena es personal, si quieren compartir
compren una docena); no importa si solo están cubiertas de azúcar, o rellenas
de mermelada de frambuesa, o si están cubiertas por una gruesa capa de glaseado
sabor chocolate con chispas de chocolate para adornar.
Acompáñenlas
con un rico café o un vaso de leche o leche con chocolate fría o caliente, pero
lo importante es comerlas sin prisa. Hay que dejar que todos eso azucares los
llenen de felicidad, porque no hay otro alimento para el cerebro que la
glucosa.
¿Qué esperan? Corran
por sus donas
quiero donas!!!
ResponderEliminarNo hay nada como el pan dulce y efectivamente la dona es uno de los mas ricos, y si... ME ENCANTA
ResponderEliminarp.d, ya me antojaste... malo jeje