miércoles, 6 de junio de 2012

De las donas o delicias redondas


He escrito mucho sobre temas referentes a la cocina o a comida, y es  más que obvio la razón, a mi me gusta comer. No atascarme la cara con algo que parece comida, sino comer y gustar de mis alimentos. Y no tienen que ser ni sofisticados o muy elaborados, es el placer y comer y alimentarse lo que importa.

También escribo sobre el posible origen de ciertos alimentos que me gustan y en esta ocasión son la donas, las ricas y energéticas donas.

Los origen de la dona o dónut se lo disputan y no está muy claro quién es el autor, pero no importa nos quedamos con el sabor. Uno historiadores dicen y aseguran que su precursor se puede encontrar en la gente medieval del norte de Europa, pero la forma popular con la que esta asociada hoy en día el termino doughnut se realizo por primera vez en 1847 cuando un marinero llamado Hanson Gregory, hiciera el famoso agujero con la tapa de un pimentero de un barco, esto para solucionar el problema de que la masa no se fiera en el centro.  Muy inteligente, así que las donas nacen sin centro, no se lo quitan, eso es un mito muy popularizado, de hecho mas de una vez yo compre “centros de donas” en una pastelería local.

La otra historia viene del dulce navideño holandés olienbollen o bolas de aceite, que estos trajeron a Nueva Ámsterdam futura Nueva York, en el siglo XVI. Vaya usted a saber.

Hay muchos tipos de donas, algunas glaseadas con varios colores y confites, otras rellanas de mermelada o crema pastelera o natilla. Las tres clases de donuts son el tipo pastel, los leudados y tradicionales. Pero todas tienen un promedio de 300 calorías y unos 25 gramos de grasa.

Aquí es la parte donde supuestamente ponga la receta de cómo hacer estos panecillos dulzones que por definición no son para la gente que quiere guardar la línea. Pero como yo no hago rosquillas, por eso no pongo la receta. Solo doy recetas que comida que yo alguna vez intente hacer.

Este es el momento donde ustedes se paran de su asiento y salen a comprar por lo menos una media docena de ricas donas (la media docena es personal, si quieren compartir compren una docena); no importa si solo están cubiertas de azúcar, o rellenas de mermelada de frambuesa, o si están cubiertas por una gruesa capa de glaseado sabor chocolate con chispas de chocolate para adornar.

Acompáñenlas con un rico café o un vaso de leche o leche con chocolate fría o caliente, pero lo importante es comerlas sin prisa. Hay que dejar que todos eso azucares los llenen de felicidad, porque no hay otro alimento para el cerebro que la glucosa.

¿Qué esperan? Corran por sus donas

2 comentarios:

  1. No hay nada como el pan dulce y efectivamente la dona es uno de los mas ricos, y si... ME ENCANTA

    p.d, ya me antojaste... malo jeje

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