sábado, 9 de junio de 2012

De los nervios o mi traición


Ser “usuario” de nuestro propio cuerpo a veces es muy parecido a “navegar por internet”, en realidad muchos no “navegamos”, más bien naufragamos en nuestro propio sistema. Cuando algo no va bien, o se ve confuso, es incomodo, tal vez extraño o hasta vergonzoso, nuestro cuerpo parece reaccionar de diferente manera a como nosotros teníamos pensando.

El cuerpo que poseemos y al cual estamos muy encariñamos, y bueno es el único cuerpo que tenemos; lo podemos modificar, pero solamente vamos a tener el mismo cuerpo con el que nacimos; parecería tener mente y conciencia propia, bajo determinadas situaciones nos comportamos como un manojo de nervios.

Los nervios responden a situaciones que nos provocan, miedo, preocupación, impaciencia, inseguridad, incomodidad, conflicto, y demás sensaciones con las que no podemos lidiar de una forma inmediata. Luego entonces, el cuerpo nos traiciona a nosotros mismos, o nosotros nos traicionamos a nosotros o algo así.

En general, no es tan malo eso de los nervios, son una respuesta orgánica, para que entendamos que algo anda mal y hay necesidad de corregir o arreglar algo. Muchas veces terminamos por ignorar estas sensaciones, terminamos por consumir tabaco, alcohol, comida, azúcar, drogas o medicamentos o hasta sexo (que este último es muy bueno para eso de calmar el “nervio”, el detalle puede estar en los apuros y que no funcione el asunto como debería, son detalles nada mas).

Con el tiempo se puede lograr controlar eso de las emociones, es como cuando la primera vez uno de hombre se le acerca a una jovenzuela por la cual le late su corazoncito que  realmente lo que le late es bajarle sus calzoncitos, pero no se atreve por la falta de pericia. Primero aparece el sosiego, luego una excitación del sistema nervioso central que se va a manifestar con manos sudorosas, respiración rápida, sudoración excesiva, el estomago se contrae, las pupilas se cierran, falta aire. Y después de todos esto ¿Cómo diablos se espera que una mujer le haga caso? Ni puedes hablar, te trabas como si estuvieras tarado, las manos y el cuerpo todo mojada es incomodo a la vista y peor al tacto; respiras agitado como si fueras un pervertido sexual. Y te preguntas ¿Por qué no te hacen caso las mujeres?

Ahora no todo es emocional, somos entes compuestos de mente, cuerpo y alma, no todo eso de los nervios es emocional. Existen muchas otras causas, pueden ser provocados por depresión del sistema nervioso, o exceso de un estimulante como la cafeína, o por una avitaminosis o por un medicamento.

Los nervios aunque naturales, como todo en el mundo, tienen un límite y si esos límites son rebasados la calidad de vida se vuelve miserable. Ni modo a veces hay que luchar contra nosotros mismo para perfeccionarnos.

Si sientes que necesitas ayuda, recurre a un profesional de la salud para mayor información. Come frutas y verduras. 

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