martes, 26 de junio de 2012

De Gillette o resultado de una idea



Desde ya hace muchos años, uno de los instrumentos básicos de acicalamiento personal, son las navajas para afeitar. Un día quise hacer cuentas de cuantas he utilizado en mi vida y cuanto dinero he gastado y mejor no hice el ejercicio porque sabia que el final no me iba a gustar el resultado y máxime que es algo que voy a seguir haciendo por el resto de mis días. Cabe aclarar que mi gasto en maquinas para afeitar desechar se duplica en comparación a muchos, porque además de afeitarme la cara hago lo mismo con mi cabeza. Una forma de ahorrarme el peluquero.

¿Quién fue este dichoso Gillette que por lo menos cada tercer día me tortura? La historia de Gillette se remonta al siglo XIX. La empresa fue fundada en 1895 por King Camp Gillette. King Gillette era un hombre viajero y constantemente exponía su rostro al peligro en el trepidante lavabo de un tren . Aquel entonces tratarse de afeitar en un tren en movimiento resultaba ser todo un deporte extremo.

Gillette, mientras trabajaba para una empresa fabricante de tapones de botellas, tuvo la idea de fabricar un producto que fuera usado pocas veces y tuviera que ser desechado. Las navajas de afeitar de ese entonces eran caras y requerían afilado constante; una cuchilla de afeitar que se desechara al perder su filo se convertiría en una necesidad a la vez de ser un negocio muy lucrativo.

La primera verdadera maquinilla de afeitar no fue idea de nuestro amigo Gillette sino que la inventaron los hermanos Kampfe en 1888. Esta maquinilla se caracterizaba por proteger la cuchilla del contacto excesivo con la piel. Sin embargo, sólo usaba una cuchilla que tenía que ser retirada para después afilarse. Gillette mejoró estos diseños e introdujo la nueva cuchilla de afeitar altamente lucrativa.

Para vender su producto, Gillette fundó la American Safety Razor Company el 28 de septiembre de 1901, que pasó a ser Gillette Safety Razor Company en julio de 1902. Estas antiguas maquinillas de afeitar usan una sola cuchilla desechable.
Durante la Primera Guerra Mundial, Gillette contrató con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos el suministro de maquinillas y hojas de la marca Gillette a cada hombre enlistado para ir a Europa. Al terminar la guerra, alrededor de unos 3.5 millones de maquinillas y 32 millones de cuchillas de afeitar fueron entregados a militares jóvenes, haciéndolos cambiarse al afeitado con maquinillas Gillette.
Esta es la breve historia de un pequeño invento que tarde que temprano seas hombre o mujer lo vas a necesitar. 

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