jueves, 19 de abril de 2012

Del chicle o de la goma de mascar


El chicle, vocablo que proviene del náhuatl tzictli, es un polímero gomoso que se obtiene de la savia del árbol del zapote (Manilkara zapota) de la familia de las sapotáceos originario de México,  América central y América del Sur tropical.

Por ser de sabor dulce y tener un aroma agradable muchos pueblos la utilizaron para mascar y mantener la boca ocupada con algo que no tiene un valor nutrimental real, pero si entretiene por un buen rato y hasta dicen que puede mitigar el hambre por un rato. O en su defecto se puede utilizar para mantener callado a una persona, pero esto solamente es temporal.

Ahora la goma de mascar que es un plástico neutro conocido como acetato de polivinilo o también se puede usar goma xantano, inclusive se habla de que con la piel de la res se podría utilizar como base para este producto.

En si tanto la goma de mascar como el chicle no es más que lo mismo, con la misma función con la única diferencia que uno es de origen natural y el otro sintético, sin que esto demerite su sabor.

Pero lo que realmente es importante del chicle es la siempre sabida recomendación de toda madre: “No te vayas a tragar el chicle porque se te pega en las tripas (intestinos)”. Motivo por el cual yo nunca de niño masticaba chicle, y las pocas veces que lo hacía, era con el temor de que si me lo tragaba, se me pegaría en los intestinos y me tendrían que operar para sacarme todo el chicle, porque de seguro ya me estaría muriendo por la obstrucción intestinal.

¿Realmente se tarda 7 años en digerirse el chile? Lo que al parecer es cierto que es que no se tarda 7 años en digerirse una goma de mascar. Lo que si no estoy muy cierto es si se pueda digerir o no, finalmente es un plástico, de origen natural o sintético, pero al fin es un plástico. Es igual que muchos alimentos que comemos y no digerimos, como pueden ser semillas o alimentos con alto contenido de celulosa o fibra. Al final se simplemente pasa a través de todo su sistema. No se pega en el interior, sólo continúa, junto con los alimentos que se han ingerido y sale por el otro extremo. Este mito puede haber suscitado en parte por el hecho de que el tragar el chicle alguna vez fue considerado como de clase baja e ignorante.

Tal vez el mito tenga algo de cierto, al día de hoy hay gente que afirma que el chicle que se extraía del chicozapote, efectivamente si se pega en las tripas. Lo único que si es cierto es que un buen numero de masticadores de este polímero, tiene la mala costumbre de tirarlo a la calle o pegarlo bajo de la primer silla o mesa que se topan. Eso si es asqueroso, tenga la amabilidad y civilidad de envolver su chicle masticado en su envoltura original y tirarlo al cesto de la basura. 

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