miércoles, 18 de abril de 2012

De la chimichanga o de comida mexicana de Tucson


Existen días bueno, días malos, días que quien sabe y días como hoy que amanecí sin motivo alguno con exigencias de mi estomago por cierto tipo de alimento que sin razón alguna se me antojo. Hoy me desperté con ganas de comer unas chimichangas. El único problema es que el lugar más cercano para poder ordenar este tipo de alimento y saciar mi antojo, esta a unas 8 horas de camino el punto más cercano, tal vez mas o menos, en algún punto del Estado de Sinaloa o Sonora, porque en mi pueblo natal no conozco un lugar donde hagan chimichangas.

Y todo esto ¿Qué es una chimichanga? Pues bien la “chimi” como se conoce en algunos lugares de forma cariñosa, es un pariente no muy lejano de los “burros” o “burritos”. Pero hay que definir primero sus orígenes para luego poder entender lo que hoy es una chimichanga.

Según dicen los que conocen y los que no conocen, pues solo repiten lo que dicen los que si conocen, que eran los años en México donde la Revolución estaba a todo lo que daba, entre 1910 y 1911 según los registros históricos. Juan Méndez oriundo de Ciudad Juárez, Chihuahua, y más especifico del barrio Bella Vista, tuvo la idea que utilizar la tortilla de harina como envoltorio para alimento, así formar un taco. De esta manera y protegido los alimentos del polvo y otros contaminantes, se podrían mantener la comida caliente. Este tipo alimento tuvo gran auge y Don Juan tuvo que comprar un burro de carga, antes no había motocicletas, y al más puro estilo de pizzería moderna, empezó hacer sus entregas en su burro repartidor.  La gente al ver a este noble animal decía “hay vienen los burros”, refiriéndose al alimento no al mostrenco.  Así nació el burro o burrito.

Hacia 1922 en Tucson, Arizona en el restaurante “El Charro”, Mónica Finn, que al parecer trabajaba en la cocina, dejo caer por accidente un burro en un sartén con aceite caliente. Al percatarse de su error grito “Chi….” (Expresión vulgar común en México), no pudiendo terminar la palabra porque se encontraban menores de edad presentes, cambio su dicho a “Chimichanga”. La susodicha  dejo freír el burrito y el resultado fue un tipo de alimento que hoy es muy común y creo que hasta es un emblema de la ciudad de Tucson; cabe resaltar que esta cuidad es conocida como la “capital de la comida mexicana en Norteamérica”.

Así que la chimichanga no es más que un burrito frito, con toda la versatilidad del burro en cuanto al relleno, que puede ser de carne de res, de carne de cerdo, verduras, pollo, mariscos, en fin de prácticamente cualquier relleno que pueda contenerse dentro de las paredes de harina.

Usualmente las chimichangas se acompañan de una ensalada simple de lechuga, tomate y aguacate o de un rico guacamole. Pero a diferencia de su primo el burro, la chimichanga puede ir al extremo al ser bañada con salsa roja, salsa verde o cubierta de queso.

Bueno, por lo menos ya sé lo que voy hacer de comer para el día de hoy.

Buen provecho.


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