El amor cosa
esplendorosa que hace que se mueva el mundo, no es cierto pero por momentos así
lo parece hasta el grado de perder la cabeza por el ser amado y sellar tal
compromiso de amor con un juramento, que realmente pocos o nadie tiene bien a
bien saber qué es lo que significa, pero proclamamos amarnos, respetarnos y
cuidarnos toda la vida y aparte agregamos como si no fuera suficiente con la
frase “toda la vida”, “hasta que la muerte nos separe”.
Sin lugar a
dudas el noviazgo es una etapa de ilusión, una etapa donde es todo la cosa
bonita, de entender que es lo que tenemos en común y que nos une. Es el momento
de conocer nuestros defectos y nuestras virtudes. Pero la triste y cruel
realidad es que no, el noviazgo es una gran mentira que usamos para esconder
nuestros defectos y resaltar nuestras virtudes. Además con el torrente de
hormonas que transitan por nuestro cuerpo, es prácticamente imposible percibir
la realidad, y tendemos a magnificar a la persona que es objeto de nuestro
deseo.
Al emprender
la vida marital, empezamos una nueva vida en pareja y ya nada es igual. Todo va
a cambiar, y no siempre para bien. De entrada hay que empezar a compartir el
espacio vital, la recamara, el baño, la televisión, etc.… Sólo es cuestión de
tiempo cuando empezamos a tomar confianza y no tarda el abuso de confianza. Al
principio te parecerá hasta romántico recoger todos los días, y es todos los
días, la toalla mojada del piso o recoger los calzones de tu amado que dejo
tirados en el suelo del baño a escasos pasos del cesto de la ropa sucia. Y así
será por ¿Cómo dijiste? “Hasta que la muerte nos separe”. Y como advertencia:
el amor no todo lo puede.
No tardara
mucho para que el príncipe azul se convierta en la bestia, es un cambio
paulatino, casi imperceptible, pero aquel cuerpo atlético se irá deteriorando
conforme la dieta a base de antojitos y cerveza vaya haciendo su labor. La
grasa abdominal se acumulara específicamente en lo que podemos llamar “panza”. El
estomago abultado hasta lo veras con ternura y no lo dudo que le pongas algún
tipo de sobrenombre, ten en cuenta que con el crecimiento de panza también
viene cambios en el sistema digestivo dando como resultado un ataque de
flatulencias incontrolables.
Las mujeres
también tiene que contar, con el tiempo el cuerpo ya no es lo que era antes,
con los embarazos todo lo que estaba arriba por desgracia un día está abajo, la
mujer hermosa y comprensiva de la que te enamoraste poco a poco se irá
pareciendo más a tu peor pesadilla, Y de los cambios de humor ni hablamos,
cambian de ser brujas a princesas en cuestión de horas.
El matrimonio
no es el cuento de hadas, nunca nadie
nos conto que paso después del final de la historia, y no es “vivieron
felices para siempre”. Desgraciadamente
la vida nos pone pruebas difíciles y la convivencia familiar es mucho más
compleja que aguantar un mal olor de una flatulencia inesperada.
Decidir vivir
el resto de la vida con alguien, requiere de una gran entereza y mucha
paciencia. Con el tiempo los años, si son bien aprovechadas las vivencias, nos darán
sabiduría, y tal vez algo de congruencia, como me decía mi abuela. Problemas
siempre hay y no se acaban, así que relájense, disfrútelo y esboce una sonrisa
en su rostro.
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