El parto
humano, también llamado nacimiento, es la culminación del embarazo humano, el
periodo de salida del bebé del útero materno, creo que a todos nos queda muy
claro lo que es. Para muchos considerado el inicio de la vida de la persona,
obvio por eso celebramos cada cumpleaños en día de nuestro nacimiento y no el
día de nuestra concepción, supongo porque es no es tan exacto saber el día que
nuestros padres se les ocurrió copular para horas después llegar a fecundar un
ovulo que dio lugar a nuestra existencia.
Originalmente quería
hablar de la forma técnica y científica y algo medica del embarazo hasta el
alumbramiento, pero resulta muy aburrida, y la verdad los términos médicos y demás
cosas, me causan algo de fastidio a media mañana; ahora que si nos avocáramos al
proceso de engendrar un niño, pero solo al proceso, tal vez resulta un poco más
entretenido para mis lectores.
En México nace
4 niños por minuto, y muere solo una persona en el mismo intervalo de tiempo,
datos según INEGI, yo no tengo tanta imaginación para inventar esas cosas.
Nacen 104 niños por cada 100 niñas, ojo este dato es medio es engañoso porque
por los niños en promedio van a vivir 73 años, mientras que las niñas van a
alcanzar una edad promedio de 78 años. De cada 100 niños y niñas que nacen por
desgracia mueren 2 antes de cumplir el año.
Se supone que
en el mundo nacen 250 niños y mueren 100 personas, seguimos teniendo una
sobrepoblación. Si nos vemos algo o muy pesimistas, según la UNICEF nacen cada
60 segundos un niño con VIH. Cosas como esta no me gusta escribir.
Y así
podríamos hablas de más y más estadísticas que si bien son útiles para sus propósitos,
no lo son para el día de hoy para los míos.
Independientemente
de todo lo anterior, tener un hijo es hacer
renacer la esperanza; la llegada de un bebé al mundo siempre es una buena
noticia. Además de ser una gran responsabilidad traer un hijo al mundo es una verdadera
apuesta a un mejor futuro. Es un don preciado y precioso para la familia.
¿Qué es difícil
ser padre? Claro, no es una tarea fácil. El solo hecho de imaginar que hay preparar
a un hijo a enfrentar problemas que un no existen y darle las herramientas para
tener soluciones que no se pueden imaginar el día de hoy, debe de ser un tareas
titánica.
Toda persona
que entra a este mundo tiene un valor inestimable e incalculable, no importando
si nació en pañales de seda o en pañales de tela; cada individuo que nace,
constituye por sí solo, un signo claro de esperanza para el mundo.
Termino felicitando
a los casi 100 niños que acaban de nacer en el transcurso de lo que termine la
escribir y a sus padres que se deben sentir las personas más afortunadas del
mundo.
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