Falta de una persona del lugar donde está habitualmente. Siempre esperamos
encontrar las cosas tal como las dejamos en el momento de partir, ya sea que
nuestra ausencia haya sido por unos minutos o por mucho tiempo, por siempre
esperamos que a nuestro regreso el mundo que dejamos atrás que intacto para no
sufrir en shock nervioso al sabernos que algo de nuestro ser o parte de nuestra
vida fue trastocada. Al abrir la puerta de la casa o de donde sea que vivamos, siempre
esperamos encontrarnos con alguien, hombre, mujer, mascota, lo que sea, que le dé
a un por lo menos una mirada de bienvenida. Algún gesto que desactive el
mecanismo de defensa de todo el día y poder bajar la guarda para sentirnos
vulnerables en un ambiente de seguridad.
Tiempo en que una persona falta del lugar donde está habitualmente. Tiempo es lo que nos regalan
al nacer y tiempo es lo que al final nos falta a medida que transcurren los días.
Estamos ausentes de muchos momentos donde una fotografía publicada en una de
las redes sociales es nuestra única forma de hacernos presentes en sentimiento.
Nos alivia poder mandar un correo o un mensaje para sentir que estamos
presentes en la ausencia y que nuestro pensamiento esta con las personas y en
los eventos donde deberíamos de estar de cuerpo presente. No hay un mercado
donde pueda compara una hora extra en el día; aunque los astrofísicos quieran
hacerle ajustes de nanosegundos al día, al final de la historia seguimos igual guíanos
por la puesta del sol. Ya habrá tiempo, por lo menos eso lo espero.
Falta o privación de una cosa. No puede
estar en todos lados, pero la falta de presencia no me ayuda al alma. En estos
momentos no debería de estar escribiendo y debería estar rumbo a un compromiso;
la falta de tiempo, las prioridades mal entendidas, la falta de previsión, compromisos
personales estúpidos o responsabilidades ficticias, en fin muchas cosas o
excusas me alejan de lo que es realmente importante. Por ser supuestamente
responsable me he privado de tantas cosas y momentos, y me termino consolando o
engañando yo mismo que estoy haciendo lo correcto y antes que cualquier gozo
hay que terminar los deberes; pero los deberes no terminan nunca. Siempre hay
algo que hacer, algo que buscar, algo que sacar adelante, siempre existe algún
lastre del mundo civilizado que te marca la pauta de tus tiempos y da
convenciones del actuar y prioriza tu vida al grado de volverla un sinfín de
tareas que esclavizan al cuerpo físico a un espacio determinado.
Aunque el
alma es libre y el pensamiento puede volar, no importa cuando no puedes estar
presente. El acompañar de pensamiento y alma no es un acompañamiento. Hay que
estar presentes; la presencia física de los seres queridos o amigos o como los quieran
llamar, es lo que reconforta el alma. Puedo entender que habrá casos donde es
mejor regalar nuestra ausencia que desperdiciar nuestra presencia, pero esas situaciones
no son a las que me refiero yo. Ese tema
muy seguro será tema de otra discusión.
Abstracción de una persona de la realidad que le rodea. Solución para no
pensar, la ausencia de la mente para aliviar la ausencia del cuerpo. Hoy es un
día en el cual me voy a perder en mis seudolabores dominicales, hoy es un día
en el que fijare mi atención en la pantalla de televisión para perderme, hoy es
un día que no quiero recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario