Esta es una
historia familiar, que se está desarrollando por desgracia en estos momentos.
En la familia tenemos a un miembro que el cáncer ya lo invadió y está en fase
terminal, aunque no se habla es estos términos, el desenlace solamente es cuestión
de tiempo; estas cosas pasan, no sé si a todas las familias, pero tarde que
temprano tenemos que lidiar con la muerte de un ser querido. Es inevitable,
tristemente inevitable.
Hoy me
pregunto mi madre, mujer muy devota y temerosa de Dios, la forma de cómo rezar
u orar para que nuestro familiar tuviera descanso. No entendí para ser honestos
lo que mi madre mi preguntaba; ¿descansar de que tipo? No sé si refería a un
descanso de tantos doctores, hospitales, enfermeras y medicinas, si era un
descanso tipo terapéutico para su espalda de tener ya semanas en cama y no
poder moverse con libertad o simplemente un descanso eterno, lo que sea que eso
sea.
No supe que
responder, por un momento me quede callado y lo único que acertaba era mover
mis ojos de un lado a otro sin control como buscando la respuesta en las paredes.
Supongo que sonreí, usualmente cuando no tengo la respuesta para algo y estoy
pensando algo, hago una gesticulación que parecería que estoy sonriendo, pero
es un movimiento involuntario.
¿Cuál es la
respuesta correcta? ¿Pedir por un milagro? ¿Pero cuál es el milagro que uno
debe de pedir? ¿Por una recuperación milagrosa? ¿Por un deceso sin dolor? ¿Por
un fallecimiento rápido? ¿O solamente quedarse dormido? Y las preguntas son
porque todos en algún momento vas a querer una forma digna de morir. Así que en
este caso supongo que uno debería pedir o implorar por lo mismo que desearía que
le pasara a uno.
Sigo pensando
en que decir sin ofender o sin ser hiriente; la muerte y como enfrentarla
siempre he a causado dolor de estomago. Nadie me ha podido decir a ciencia
cierta cómo es el proceso, es de esas experiencias que solamente se puede hacer
bien una vez y no hay vuelta atrás, se muere uno o no se muere. Se puede
intentar varias veces pero sólo una vez se puede lograr el objetivo.
En cuestión de
una fracción de segundo me comenzó a doler un poco el lado derecho del cerebro,
no tengo ideas porque lado derecho, en fin, da lo mismo.
Seguía con mi
sonrisa y al mismo tiempo buscaba la respuesta en mi cabeza. Tenía una tormenta
cerebral que no ayudaba a mi dolor de cabeza que ya previamente establecimos
que solo el lado derecho la cabeza me estaba molestando.
No tuve una
respuesta real, lo único que pude decir después de meditar fue: “Mamá,
rezaremos por que se haga la voluntad de Dios, mas no podemos hacer”. Mi madre
estuvo de acuerdo con mi dicho.
Aunque jamás voy
a entender a cabalidad mi respuesta, porque si eres creyente, uno entiende que
Dios actúa de maneras misteriosas y las razones del Padre solo él las entiende;
creo que yo fui el más satisfecho con la respuesta.
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