Hoy me da
igual que estés o lo dejes de estar. Tu presencia no es más que un bulto en la
sala, inerte, inmóvil, incapaz de cualquier señal de vida. Hoy me da igual si
estas o te dejas de estar en mi presencia. No hay discusión, al final me interrumpes,
terminas mis ideas y no tiene caso, te concedo la razón para evitar otra
confrontación mas. Sólo aire caliente sale de tu boca.
Ya se me el
libreto, no hay nada que esperar. Tal vez un grito, tal vez un reclamo, pero al
final no hay nada nuevo. Aburrido es lo predecible de tus argumentos, cada
gesto, cada palabra, cada frase, hasta el llanto es resultado de tu puesta en
escena del mismo drama, donde nunca cae el telón del último acto y sigues con
tu obra. Estas vez no, simplemente no, hoy no conmigo.
Otra vez,
vete, no hay problema. Tu ausencia no me asusta, ya vivimos esto, vete ya, la
verdad me da igual. La verdad ya me da igual. Esta vez no, ¿Qué te puede
importar? Cansado de las amenazas, te puedes ir ya.
Haz me el
favor y ya no ocupes tu espacio en mi armario. Tus cosas no hacen más que
estorbar el paso a las mías. Anda, vuelva a darte la media vuelta sin el chantaje
de siempre. No vuelvas, al final me da igual. El amor ya no me alcanza para
dos.
Tú, otra vez
tú. No hay ataduras, toma lo que te has de llevar; ¿Qué más te puedes llevar?
Se me acabaron las fuerzas y no me importa más. Hoy no es buen día para esto,
no es buen día para nada, Anda corre, ve y dile al mundo que estas libre. ¿Qué
más puede importar? Anda ve, me da
igual. Si te has de ir, pues bueno, te deseo buena suerte.
No hay puertas
a medias ni ventanas entreabiertas; realmente no me importa, ve, anda, marcha,
recorre, transita, sigue tu peregrinar, busca tu partida y tu lugar en el
mundo. Ya no es así, ni aquí no es dónde está tu lugar, así que corre, anda
corre, ya han sido muchas despedidas, hazme esta que sea efectiva.
Otra vez tus diálogos,
“te di lo mejor de mi”; no entiendes si ya tuve lo mejor de ti, entonces lo único
que te queda son las migajas de tu existencia, lo único que te puede quedar es
lo peorcito de tu vida. “No te encontraras alguien igual que yo”; pues es lo
que espero, ¿para qué quiero alguien igual a ti si no te soporto? Además tu ya
estas ocupado por ti mismo y no habrá, gracias a Dios, nadie igual a ti que me
puede incomodar.
Lo que hagas o
dejes de hacer con tu vida, no es responsabilidad mía. Ando corre con quien
quieras, vete a donde quieras, pero solo anda; ya es hora de que empieces a
recorrer sin muletas tu camino. Ya no me
puede importar.
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