domingo, 26 de febrero de 2012

De la cuaresma o de su comida


Ya empezó la época de cuaresma y aledaña a ella vienen otras tradiciones que en lo personal espero todo un año para que vuelvan. Y si alguien se jacta de conocerme sabrá que el tema de hoy no es más que el de la comida.

Cosa que se me hace algo controversial, no es posible que mientras en los servicios dominicales las lecturas de la Biblia nos invitan a la conversión (para los que no entiendan el termino de convertirse se refiere al arrepentimiento de los pecados y a querer cambiar la vida) y a creer en el Evangelio, por otro lado las tradiciones culinarias nos invitan y nos tientan al pecado de la gula con todas y cada uno de las recetas típicas de este tiempo.

Ahora no me refiero nada mas a eso de andar comiendo pescado y mariscos, esos los como todo el año; además como no ingiero carne de res o cerdo, comer comida “vegetariana” no es inusual, lo hago todo el año.

Así que de lo primero que tengo que arrepentir y lo hago desde antes de cometer el pecado, es que como todos los años, me pretendo dar un buen atracón de comida de cuaresma. Y la expectativa es mucho, no solamente tengo que esperar esta época, además hay que esperar el miércoles de ceniza, todos los siguientes viernes y obviamente los días que corresponden al jueves y viernes santo, para amanecer en sábado de Gloria y domingo de Resurrección.

De los cuarenta días, no todos puedo comer la comida típica, bueno si la podría comer todo el año, pero se rompería el encanto.

Para comenzar que tal unos “chaules”, que es maíz seco y triturado usualmente se prepara con una salsa de chile colorado o como parte de otras recetas; unos nopalitos en sangrita (en chile rojo); una sopa de fideo seca  con charales; unas dobladas de habas (en esta época muchos acostumbran a consumir habas, aunque está disponible todo el año), al igual que los garbanzos y como olvidar las lentejas.

Que tal unos tortitas de camarón con pipián (una pasta muy parecida al mole) rojo o verde, o unas tortitas de camarón con papa, pipián con nopales o con papas, existen diversas combinaciones que uno puede elaborar.

Y de postre que tal unas “torrejas” o una “capirotada” bien dulce acompañada de un vaso de leche o de un café de olla bien caliente.

Era toda mi intención poner por lo menos una receta de alguna de la comida que mencione, pero no existe una receta única. Si le preguntan a mil personas, van a obtener mil recetas, pueden encontrar muchas recetas y formas de elaboración en internet; una sola cosa, dependiendo del país y región son las recetas y los ingredientes que se requieren.

Pero no importa, ahora sí que Dios se apiade de mi alma pecadora y me agarre confesado, porque ya comenzó el delirio por la comida de cuaresma. Y en palabras de mi antiguo padre confesor Kýrie, eléision (Señor, ten piedad).

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