Ya empezó la época
de cuaresma y aledaña a ella vienen otras tradiciones que en lo personal espero
todo un año para que vuelvan. Y si alguien se jacta de conocerme sabrá que el
tema de hoy no es más que el de la comida.
Cosa que se me
hace algo controversial, no es posible que mientras en los servicios
dominicales las lecturas de la Biblia nos invitan a la conversión (para los que
no entiendan el termino de convertirse se refiere al arrepentimiento de los
pecados y a querer cambiar la vida) y a creer en el Evangelio, por otro lado
las tradiciones culinarias nos invitan y nos tientan al pecado de la gula con
todas y cada uno de las recetas típicas de este tiempo.
Ahora no me
refiero nada mas a eso de andar comiendo pescado y mariscos, esos los como todo
el año; además como no ingiero carne de res o cerdo, comer comida “vegetariana”
no es inusual, lo hago todo el año.
Así que de lo primero
que tengo que arrepentir y lo hago desde antes de cometer el pecado, es que
como todos los años, me pretendo dar un buen atracón de comida de cuaresma. Y la
expectativa es mucho, no solamente tengo que esperar esta época, además hay que
esperar el miércoles de ceniza, todos los siguientes viernes y obviamente los días
que corresponden al jueves y viernes santo, para amanecer en sábado de Gloria y
domingo de Resurrección.
De los
cuarenta días, no todos puedo comer la comida típica, bueno si la podría comer
todo el año, pero se rompería el encanto.
Para comenzar
que tal unos “chaules”, que es maíz seco y triturado usualmente se prepara con
una salsa de chile colorado o como parte de otras recetas; unos nopalitos en
sangrita (en chile rojo); una sopa de fideo seca con charales; unas dobladas de habas (en esta
época muchos acostumbran a consumir habas, aunque está disponible todo el año),
al igual que los garbanzos y como olvidar las lentejas.
Que tal unos
tortitas de camarón con pipián (una pasta muy parecida al mole) rojo o verde, o
unas tortitas de camarón con papa, pipián con nopales o con papas, existen
diversas combinaciones que uno puede elaborar.
Y de postre
que tal unas “torrejas” o una “capirotada” bien dulce acompañada de un vaso de
leche o de un café de olla bien caliente.
Era toda mi intención
poner por lo menos una receta de alguna de la comida que mencione, pero no
existe una receta única. Si le preguntan a mil personas, van a obtener mil
recetas, pueden encontrar muchas recetas y formas de elaboración en internet;
una sola cosa, dependiendo del país y región son las recetas y los ingredientes
que se requieren.
Pero no
importa, ahora sí que Dios se apiade de mi alma pecadora y me agarre confesado,
porque ya comenzó el delirio por la comida de cuaresma. Y en palabras de mi antiguo
padre confesor Kýrie, eléision (Señor, ten piedad).
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