lunes, 27 de febrero de 2012

Del cansancio de revisar o engolosinado por reprobar alumnos


Ya son más de los 10:30 PM y yo sigo revisando trabajos y exámenes mensuales de mis alumnos. Las letras ya se me confunden y la vista se me nubla al ver y leer y releer una y otra vez mas lo jeroglíficos impresos en hojas de madera procesa y blanqueada, texturizada para una mejor absorción de tinta que me gustaría pensar que es de pulpo o calamar, por eso de que los mariscos dan fuerza dizque al corazón, ya sé que al corazón no, pero luego siempre me tachan de sexoso. Realmente no importa el origen del papel y de la tinta, a estas horas no es propio nada, ya es noche y "de la noche son las cosas del amor"; bueno eso dicen y como en la noche todos las gatos son pardos, que puede importar todo lo demás.

Algo paso, antes solíamos revisar los exámenes en el "Balalaika" a ritmo de danzón y con copas de algo que le decían alcohol. Si uno quería un 10, tal vez una botella de aguardiente serviría, solo después de varias de ron, para que el maestro no paladeara la diferencia. Bonitos tiempos aquellos donde un cigarro era la fuente de inspiración. Bajo una luz roja, todo lo sé que se aprendió, pues se perdió. No hay recato ni pudor para un alma sin confesión. El pecado es algo que se lleva en el regazo o debajo de las enaguas, vaya usted a saber.

Ya no entiendo esta lectura, parece un cuento sin censura. O no entienden o yo ya estoy loco. En la docencia 2 + 2 no es 4. No le encuentro cuadratura al círculo, ni entiendo la "O" por lo cuadrado, en palabras de mi abuelo "Ya no pelo un chango a nalgadas." Las letras se me confunden y no entiendo el idioma.

El jinete de la muerte anuncia su llegada, a más de 3 alumnos ya se los cargo la tiznada. Ya no puedo, dejaré el deleite para mañana. Atragantarse de reprobados solo puede dar indigestión, la verdad no sé que dé pero no ha de ser nada bueno. Eso de poner tareas para examinar y dar una calificación numérica aprobatoria o reprobatoria resulta al fina un martirio para mí; los escuincles batallan en estudiar un día, yo tengo que hacer, preparar, revisar, y toda lo demás que implica las políticas propias de la universidad.

Ya es tarde, pronto va a amanecer y tengo que ir a clase. Mañana será otro día.

 ¿Qué de la sintaxis y redacción? A quien le importa al final todo lo escribí yo

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