Este mes de
febrero, celebraremos al amor en todas sus expresiones posibles; amor a la
pareja, amor al dinero, amor fraternal, amor a y por la vida, amor al prójimo y
hasta amor al trabajo. Hay tantas formas de amor y tan diversas formas de amar,
que seria prácticamente imposible poder describir cada y una de ellas.
Cada cultura,
cada religión e inclusive hasta cada región del mundo tiene su formas muy particulares
de manifestación del amor y de cómo adueñarse del sentimiento y apropiarlo y
hasta monopolizarlo; hoy nos imponen que debemos sentir y como es que lo debemos
de sentir. Flores, peluches, juguetes, música, cenas, etc.… todo contaminado
con la mercadotecnia del amor; la esfera del amor ha sido invadida por los profesionales de las ventas y las
compras. Si eres medio idiota y no te gusta pensar, entonces está bien que te
digan que sentir y que regalar para hacer sentir bien a la persona amada; obvio
si te sube agua al tinaco (al cerebro) vas a encontrar mucha más formas más
ingeniosas que un tonto oso de peluche que muy seguramente va a terminar en la
basura.
¿Qué paso con
aquel sentimiento primario del amor que nos arrastraba a cometer tonterías? Pues
nada que nos dimos cuenta que era nada mas
en embrutecimiento de los sentidos a causa de no sé qué tantas hormonas que
no nos permitía pensar con claridad y que con su efecto de endorfinas nos hacía
sentir felicidad, no importando la realidad. Ese sentimiento o sensación sigue
siendo una experiencia muy satisfactoria no importando la edad ni la
experiencia. El amor es el amor.
El amor sin
pasiones, sin accesorios, el simple y llano amor; tal vez como el que un bebé
le tiene a su madre, donde no importa nada más que la mera convivencia en una madre
con su hijo. ¿Dónde quedo aquel amor que no le importaba nada más que el amor
en si mismo? Como diría la canción “puede estar herido, pero no morir, puede
estar cansado, puede estar encadenado, quizás este dormido, a la sombra de un
olvido”.
El amor a su más
mínima expresión o su más simple manifestación cambio con los tiempos y nos borro la
inocencia de los tiempos anteriores.
Veo a mis padres y veo en ellos aquel amor que
solamente el tiempo y los años vividos pueden dar. No hay nada que no tengan si
no es un inmenso cariño, amor y respeto por las vivencias transcurridas; donde
la simple compañía ya es una manifestación del acuerdo que tuvieron hace ya más
de 40 años. Solo dos personas con un vida en común hecha y otras tantos sueños
por recorrer; aunque el tiempo corre en su contra, ha sido el tiempo el que les
dio esa tranquilidad para poderse reconocer como un solo individuo al final de
los días.
Tal vez el
amor que buscamos no es aquello que hemos sentido, sino lo que vamos a obtener
una vez que tengamos la conciencia en paz para entender que fue todo lo
expresado y todo lo vivido lo que nos definió, y una vez llega al final del
camino podamos decir que hemos amado a plenitud y cabalmente. No lo sé, solo es
un tal vez.
Que lindo!! La última parte es hermosa y coincido contigo amor!! te amo!!
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