jueves, 10 de noviembre de 2011

Del payaso Vita Uva o un héroe local

Rafael Castillo Estrella es un nombre que probablemente no les diga nada o no mucho; pero su personaje ha vivido junto a nosotros desde hace cerca de 50 años y se ha convertido en un icono de la Comarca Lagunera. Tan representativo como el Cristo de la Noas, las gorditas de horno que venden en el centro o el equipo Santos.

Nace un buen día de l938 en la ciudad de México, en la calle Roldán número 45, cerca del Zócalo capitalino. Rafael a los 14 años abandono su hogar para dedicarse el arte de reír. Poco después, el mago Machichik lo incluye en sus giras como comediante, tomando una imagen muy parecida a la de Resortes o Cantinflas. Adopta el nombre de Vita Uva de unas botellitas de jugo que vendía en Río Verde San Luis Potosí y junto con el mago empiezan su andar.

Cuando la vida lleva a Vita Uva a la Comarca Lagunera junto con su gran compañera Masacuata, quien fue parte esencial de su logros y objetivos, se abre un espacio cultural los domingos en la Alameda Zaragoza, de ahí Salvador Pulido Flores, conductor  de entretenimiento local, lo invita a trabajar en el canal 2, que en ese tiempo de ubicaba en el hotel Calvete, en el centro de Torreón.  Al poco tiempo surgió la oportunidad en el canal 4, de ahí una carrera de 20 años al aire.

Frases como “Le pecha cabecha”, “Ay caray” y “Yuju Yuju”, se volvieron parte del léxico común de los niños de esa época, y verlo bailar acompañado por la muñeca Tomasa siempre era divertido. En la ficción de la televisión local y en el programa de Vita Uva muchos nos acordamos de un momento que hizo historia. Un niño le marcó al “paaayasito paaayasito” para decirle a mitad de programa… VITA UVA, CHINGAS A TU MADRE…!!! Con cara de asombro el histrión lo único que pudo decir fue “Ay caray, caray”. Tomasa  estaba a un lado y el dijo –“ahí te hablan”. Muchos presenciamos esa escena ya más de 20 años atrás. Mucha gente se atribuye la hazaña, pero nadie lo ha podido comprobar. 

Cuando yo era un niño de unos 7 años, más o menos, un día lunes no quería ir a la escuela y recordé una canción que Vita Uva sigue cantando en su programa. Quería ver que tan efectiva era.  Cuando mi mamá vio que no me levantaba de la cama llamo a mi papá y juntos fueron a verme a mi habitación. Yo con todo un plan hecho les digo “Mamita de mi vida, Papito de mi amor. No quiero ir a la escuela, ténganme compasión.” Mi madre asustada pregunto “¿Por qué, estás enfermo?” A lo cual yo conteste “Me pecha cabecha, me pecha cebecha, me pecha cabecha”. Con Cara de asombro mis padres se voltearon a ver uno al otro y mi padre dijo “No a usted no le pecha la cabecha, lo que le pechan son los tanates, ándele bótese a la escuela”.  No volví a cantar esa canción por el resto de mi infancia. 

Y solo me resta decir que un ¡yuju yuju y un caray cara para todos!

2 comentarios:

  1. claro que me acuerdo del payasito vita uva tan asi que eramos vecinos y todavia lo sigo siendo felicidades atte carlos marin

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  2. A penas me estoy dando cuenta que falleció lo ciento muchísimo mi hijito adan le gustaba tanto cuando era niño emigramos a otras tierras y ya no pudo ver el programas de el ahorita andaba buscando una imagen de el para etiquetarle una para que se sienta un poquito mejo ahora que esta lejos de la familia �� �� ������

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