martes, 15 de noviembre de 2011

De mi padre o de su cumpleaños

Un día como hoy pero de 1940, nació en Paredón, Coahuila, mi padre. Un pueblo polvoriento que solía mantener su economía da base de la recolección de candelilla, para la producción de cera y de lechuguilla, para la producción de fibra de ixtle. Pueblo pequeño, por lo menos así era el siglo pasado.

Hoy otra vez como en los últimos 71 años, mi padre celebra el día que mi abuela tuvo a bien a dar a luz a otro hijo varón, mi papá no es hijo único, cuando nació ya tenía hermanos y después los volvió a tener.

Probablemente este sea uno de mis escritos mas sin sentido que hasta el día de hoy hay publicado. Mi progenitor no tiene una computadora donde vaya a ver lo que escribí, ni tiene cuenta de correo a donde enviarle una felicitación. Él tiene su teléfono celular, que aunque la mayor parte del tiempo no sabe para qué sirven las funciones que aparecen en el menú, si habla y contesta muy bien las llamadas.

Tampoco creo que se tome la molestia en sentarse a leer, por lo menos no leerá nada en la pantalla de la computadora, su vista ya no es la misma de antes y leer de esta forma no es agradable. Para empezar no creo que ni siquiera sepa que escribo en un “blog”. Más bien, no ha de tener idea lo que es un blog. Nos rebaso la tecnología como nos rebasa la vida. Pensaba también en ponerle una felicitación en mi muro del facebook, pero es lo mismo que lo anterior. Sabe que existe el “face”, pero no tiene una cuenta en ninguna de las redes sociales.

Pero ya subsane lo de las felicitaciones, temprano por la mañana, lo vi en persona y le di un abrazo y un beso de cumpleaños.

Con gran amor ya me platico que mis hermanos los felicitaron temprano y que sus nietos, que al día de hoy solo tiene 4, ya le habían cantado las mañanitas. Si vi que sus ojos por un momento se llenaron de lágrimas de felicidad, no quise comentar nada, me quedo con la imagen de sus ojos verdes empapados de alegría. Él ya no quiere grandes festejos, ni pretende grandes regalos para un día de cómo hoy, con solo unas llamadas telefónicas, es más que suficiente para que su alma este tranquila. La primera en felicitarlo fue mi madre, es la ventaja de dormir en la misma habitación, te permite ser el primero, ya son 43 años juntos, y siempre en sus cumpleaños, los dos se siguen emocionando.

Es curioso, prácticamente cualquiera con una terminal de internet va a saber que le dedique unas líneas a mi padre, a él, le voy a imprimir una copia del escrito para que se entere.

No  tengo idea de cuantos años mas de vida Dios le dé, pero no importa; un año o diez más, los que sean son buenos. Todavía goza de buena salud y amino y de una fe impresionante. Aún a su edad no le tiene miedo a empezar.

Y termino como debo de terminar; con todo mi cariño ¡Muchas Felicidades Papá!

No hay comentarios:

Publicar un comentario