viernes, 11 de noviembre de 2011

De la confesión o a mis hermanos

Intento no escribir de cosas tristes o de problemas, pero la conciencia no me tiene tranquilo y tengo que expulsar lo que siento. Primero creo que las confesiones sería lo más propio. Confieso que he pecado, de pensamiento, palabra, obra y omisión. Confieso que he sido testigo mudo de casi todo lo que me he podido dar cuenta, de las alegrías, preocupaciones, sin sabores y todo cuanto me he enterar que le ha sucedido y les sucede a mis hermanos. Confieso que no soy el mejor de los fraternos, que mi mal carácter en muchas ocasiones me alejo de ustedes y que otras tantas yo no me quise acercar. Confieso que tengo un corazón débil, que tengo una alma no tan sana y que ya me canse de disimular que no pasa nada.

Confieso que me la paso contando los días para poderlos ver. Confieso que los extraño. Confieso que me conforta oír sus voces de vez en cuando por el auricular del teléfono. Confieso que comer juntos, no hay nada que se le compare. Confieso que soy culpable de muchos disgustos. Confieso que si los amo. Confieso que no soy tan inteligente y que  mucho de lo que aprendí fue imitándolos. Confieso que cometí muchos errores. Confieso que con la partida de cada uno me sentí cada vez más solo. Confieso que me da mucho miedo morir sin que alguien escuche mi confesión.

Confieso que nunca estoy tranquilo. Confieso que me duele mucho la cabeza. Confieso que me gustaría partirme para poder estar con ustedes. Confieso que mis sobrinos son de lo mejor que me ha pasado. Confieso que mi salud no mejora. Confieso que antes que mentirles me he quedado callado. Confieso que sí sabía muchos de los pecados. Confieso que he dudado de Dios.  Confieso que siempre supe demás. Confieso que también me caen gordos. Confieso que yo me caigo mal. Confieso que ya no se que mas confesar.

Confieso que muchas veces fui un idiota. Confieso que no siempre me importa. Confieso que me hago el fuerte. Confieso que hoy no lo soy. Confieso que siempre necesito de su apoyo. Confieso que no sé como pedirlo. Confieso que lo voy a negar todo. Confieso que tengo días que no sé lo que hago. Confieso que guardo siempre los recuerdos de una infancia que vivimos juntos, aunque no recuerdo tal vez todo, nunca lo olvido.

Hoy es 11.11.11 la importancia del día es relativa, la importancia del día es personal. Siendo un día fácil de recordar, quise todo confesar.  Y no es que tenga mi alma tranquila ya,  confieso que tengo mucho que confesar.

1 comentario:

  1. Amor este es una publicación hermosa para tus hermanos! Solo confieso que llore con tu confesión y que confieso que te amo por ser quien eres!! Te amo!!!

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