miércoles, 5 de septiembre de 2012

Del sana sana o de la colita de rana


Hoy tenemos remedios para todo, y todo tiene una medicina que nos podemos tomar, aplicar, beber o untar. No importa que dolencia o que padecimiento tengamos, siempre hay un  remedio que lo acompaña.

¿Qué te duele algo? La respuesta de muchos y de por varias ya generaciones es “tomate una pastillita”; bien podría se ácido acetil salicílico, naproxeno sódico, paracetamol, ibuprofeno, acetaminofén, diclofenaco, ketaprofeno, y todas ellas acompañadas de diferentes dosis y nombres comerciales. Ahora que si no te gusta eso de las pastillas, pues te puedes tomar un “tesito” o comer frutas rojas, dicen que son buenas para eso de los dolores. O animas, ponte la pomada.

Todo mundo tiene algo que decir acerca de tomar algo para cuando a uno le “duele”. Pero a la fecha una de las mejores medicinas es aquella sentencia que muchas madres y abuelas nos decían cuando nos pegábamos y decía algo así:

“Sana, sana colita de rana”

Esas palabras eran mágicas, esas palabras eran capaces de quitar el dolor del golpe más fuerte y la única forma en que no dan resultado es porque no se dicen apropiadamente y con ganas.

“Sana, sana colita de rana”
“sino sana hoy, sanará mañana.”

No solamente es una sentencia o un decreto de curación, sino que todavía hay un consuelo porque si no es el efecto no es tan inmediato, puede que en ese momento no se cure, pero “sanará mañana”.

Y todavía para mejorar el asunto, toda madre sabe y está preparada para dar una pequeña caricia que acompaña a estas palabras. No tengo idea de cómo lo hacen, pero toda madre nace con esta característica especial. Y aparte de todo esto, que ya es casi un milagro, muchas mamas acompañan el pequeño masaje con algo de su saliva para limpiar y curar la herida infringida por un accidente de juego. Y muy importante siempre acompañada de una sonrisa que siempre significaba lo mismo: “no pasa nada.” Y si las palabras, el mensaje, la saliva y la sonrisa no funcionan, al final siempre acompañaban todo esto con un beso, para que no quede dudas.

Nunca hay mejor medicina. En este punto es donde siempre se me ocurre dar una explicación científica donde voy a decir algo como que el mero hecho de frotar un golpe produce algo en las terminales nerviosas y produce una sensación de placer y bla, bla, bla, tonterías de esas. Pero hoy me quedo con el sentimiento y el recuerdo de una “Sana, sana colita de rana”, que no solamente me alivio mi dolor, sino que también alegro mi corazón. 

2 comentarios:

  1. Muy cierto, muy cierto, no hay mejor medicina que el suave masaje que dan las madres con la frase magica.

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  2. Que lindo amor!!! esas palabras son mágicas y como reaniman :)!!

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