sábado, 8 de septiembre de 2012

De los sabores o no comprendo


Cuando yo estudiaba, ya hace varios años de eso, en la escuela primaria y lo repesamos en la escuela secundaria, solamente existían cuatro sabores que la lengua podía detectar. Y creo que son los únicos que conozco: ácido, dulce, amargo y saldado. Recuerdo que para explicarnos los sabores, que fue una de mis clases preferidas, la maestra nos llevo comida, para poder entender la diferencia entre los distintos sabores.

También tengo muy presente que nos enseñaban un dibujo de una lengua enorme donde se veía claramente las regiones donde las papilas gustativas detectaban eso sabores.

Pero con los años de la nada y no tengo idea que fue lo que paso, se describió un nuevo sabor, el sabor “Umami”. La palabra umami proviene del idioma japonés (うま味) y significa "sabor agradable, gustoso". Muchos de los alimentos que consumimos son ricos en umami. El glutamato presente de manera natural en carnes y verduras, mientras que el inosinato proviene de carnes y el guanilato de las verduras. No tengo ni la mas mínima idea a que sabe el umami, no lo dudo ni tantito que más de una vez lo haya comido y degustado, pero al día de hoy no sabría decir que a qué diantres sabe el umami, si ni siquiera.

Entiendo que este sabor es parte de las proteínas que viene en la salsa de soya que es extremadamente común en la comida china o japonesa, a lo que nosotros entendemos como comida oriental.  Trato de hacer memoria y no recuerdo al umami en mi boca; si la traducción es “sabor agradable”, desde ahí ya tenemos problemas, porque lo que a mí me agrada no necesariamente le debe de agradar a los demás.

Entonces ya tenemos 5 sabores, pues no ahora salen con que existe un sexto sabor y es la grasa. La grasa podría convertirse en un nuevo sabor. Se dice que en la Universidad de Deakin en Australia, para que vean que no solamente los norteamericanos les gusta investigar cosas raras, en un estudio realizado a 50 sujetos con el fin de determinar su capacidad de detectar los contenidos de grasa en distintos alimentos.

Los sujetos más sensibles a la grasa, consumían menos alimentos grasosos y por lo tanto eran más delgados que los sujetos que tenían dificultad para detectar la grasa. Y esto le añade una razón más o por lo menos otra excusa del porque de la obesidad, la culpa la tiene la lengua que nos es capaz de detectar alimentos con grasa y por lo tanto no los terminamos comiendo.

Todavía falta para que la grasa sea considerada un sabor, faltan más pruebas, pero no me imagino pidiendo un helado sabor grasa. 

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