El tema de hoy
es casi obligado, el 11 de Septiembre del 2001 es un día que muchas razones me
voy a acordar de él.
Mas allá de
las filias y fobias, o si me cae bien o mal algo o alguien, la perdida de vida
humanas siempre es una tragedia, no importando la causa. Para empezar la mayoría
de las muertes violentas, realmente no tienen una causa que sea justificable
ante el mundo.
La gente debería
de fallecer tranquilamente en su cama o sentado viendo televisión, lo único que
podría importar es llegar a tener una vida plena y terminar satisfactoriamente
nuestra estadía en este mundo.
Ya si uno cree
o no en una vida mejor después de lo que conocemos como vida, o una vida después
de la muerte, eso ya es otra historia y no es el momento ni el lugar, o por lo
menos no está en mi juzgar las creencias de los demás.
Recuerdo muy
bien que las primeras noticias que escuche fueron en la radio cuando regresaba
del hacer ejercicio. Un avión se había estrellado en una torre en la cuidad de Nueva
York, no escuche mas, fue todo lo que se escucho en la radio.
Llegue a casa
y seguí mi rutina como siempre, pero no pude evitar detenerme frente al
televisor para seguir viendo las noticias. De hecho ya iba tarde al trabajo y
entre las prisas y arrebatos, un segundo avión se había estrellado en las
Torres Gemelas. Algo andaba mal, muy mal, dos aviones no podía ser un
accidente; luego empezaron a comentar de un tercer avión que había caído en el Pentágono.
Nunca había sentido
ese tipo de miedo, muchas veces me he asustado por diversos motivos, pero en
especifico este miedo jamás los había sentido y no lo he vuelto a sentir.
Cuando por fin
salí a la calle, en automático gire la vista hacia el cielo, como si estuviera
esperando que algo pasara o que un avión de la nada apareciera. Como si todas
las profecías se fueran a cumplir en ese preciso instante.
Fue un dia terrible en toda la extencion de la palabra; no hay que olvidar el 4to avion que los pasajeron pudieron desviar.
ResponderEliminarYo estaba en la Ibero, en la clase de Delfina de Derecho Social, toda la universidad se detuvo en la cafeteria a ver las noticias y acabarse los cigarrillos.