domingo, 16 de septiembre de 2012

De la despedida o cerrar ciclos


Muchas veces me imagine que este día iba a llegar, pero nunca me imagine que llegara tan pronto. Pues bien, hoy es el día que se cumple lo prometido y llegamos a la fecha anunciada. Hoy se cierra un ciclo para darle entrada a uno nuevo.

Fue un año que realmente no tengo idea del cómo fue que le hice para escribir por lo menos una cuartilla diaria. Me da gusto saber que todavía tengo la capacidad para lograr mis metas y que a pesar de todo, pude con el compromiso que me hice a mí mismo.

Este año representa toda una vida, todo lo que paso y todo lo que debería haber pasado sucedió. Vi nacer, vi morir, me vi morir, me vi renacer. Es este tiempo la vida siguió su curso y me deje llevar en él. Hubo situaciones que merecen ser recordadas para siempre, hubo otras tantas que no quiero olvidar, pero también hubo momentos que el tiempo y una mala memoria me ayudaran a borrar.

Sobrepase las metas originales; se me hace increíble que solamente publicando en mi muro de Facebook llegara a mas de 10,600 entradas al momento. Todavía no me puedo imaginar los alcances que tiene esta cosa.

Me despido agradeciendo a todos a cada uno de mis lectores, no los conozco a todos, pero muchas gracias por dejarme compartir con ustedes mis locuras.

Muchas gracias a la toda la gente de Canadá, Estados Unidos, México, El Salvador, Honduras, Guatemala,  Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Argentina,  Uruguay, Brasil, Venezuela, España, Alemania, Rusia, Letonia, Reino Unido, Francia, Kenia, Australia, India, Japón, entre otros, aclaro que no están en orden de importancia. Me disculpo si omití a alguien, siempre es el riesgo cuando esto se hace.

Nunca pretendí más que esto fuera un mero ejercicio de libertad de expresión, pero que fuera por momentos divertido. Tampoco quise en ningún momento convertirme en educador virtual o imponer mi punto de vista. Lo único que realmente pretendí para los demás es que leyeran un poco diario. Sin más aminos de pasar unos minutos de su vida leyendo algo que podía o no ser de interés general, o de mera utilidad.

Gracias por dejarme compartir buena parte de todo lo que traigo en la cabeza. Que aunque hubo momentos en los que no sabía ni que escribir, siempre algo ocurrió y algo mágico sucedió a la hora de postrarme frente a la computadora. Fueron muchas horas muy bien invertidas. Es el año en que más he leído y que más he escrito en mi vida.

Nuevamente les reitero todo agradecimiento y cariño. Por fin entendí lo que es nutrirse de los demás, gracias a cada lector y comentario fue la forma en que me daba energía para seguir adelante.

Hoy terminamos una aventura, pero ya andan rondando otras ideas por mi mente. Muy probablemente regrese con otro proyecto, todavía no tengo definida la idea o tal vez regrese a lo mismo,  algo se me ocurrirá.

Me despido con lo único que se me ocurre: “Gracias”, no tengo más palabra que decir.

YA LO DIJE. 16/09/2012.

sábado, 15 de septiembre de 2012

De compartir o de estar juntos


Con este escrito cumplo 365 días escribiendo de manera ininterrumpida, queda todavía uno más para completar esta aventura que en un arranque de locura se me ocurrió en mi soledad sentado frente a la computadora portátil en una mesa de café.

Por 365 días he compartido mis memorias, mis temores, mis fobias, mis alegrías y mis estupideces. He aprendido a desarrollar el disfrute de saberme capaz de compartir mis sentimientos con los demás.

Para poder desarrollar la compasión y la empatía con nuestros semejantes hay que ser capaces de compartir el sufrimiento y las alegrías con los demás.

A media que fui descubriendo el gozo que representa el compartir, entiendo que lo correcto es compartir para que otros también lo disfruten. En un ejercicio pleno de dar y de evitar a toda costa el egoísmo, saber compartir hace que otros también entiendan la importancia de ello, para que a su vez tengan la oportunidad de compartir con lo demás.

He ejercido con toda libertad mi libre albedrío y si alguna vez omití algo, fue también ejerciendo tal derecho. Elegí dar lo mejor de mí mismo libremente. Elegí darme por un año al mundo, sin saber ni esperar nada a cambio.

En cada uno de nosotros existe una fuente divina que de saberla manejar podemos dar un paso hacia la generación de felicidad en otros, como es el caso de compartir todo aquello que consideramos alegría, y ¿Por qué no? También todo aquello que nos aqueja; en el mundo siempre habrá ángeles o mensajeros dispuestos a entregarnos su sabiduría a través de los palabras de los demás.

Yo por mi parte encontré no uno, sino varios seres de luz que me acompañaron a lo largo de esta aventura. En especial Flavia, que supone mediar con mis incongruencias, locuras, desesperaciones, bufonerías, mamarrachadas, y de vez en cuando uno que otro chispazo de inteligencia. Tuvo, y tiene, la paciencia para escucharme largas horas diciendo demencia y media acerca de los temas que iba a escribir para el día siguiente.

En este ejercicio de compartir, hoy sé que soy una mejor persona, que el hecho de compartir con los demás, me hizo saber no solamente entregar, sino también recibir. Hoy se escuchar un poco mejor a los demás, y especialmente a Flavia. En este año entendí más sobre ella de lo que nunca me hubiera podido imaginar. Mi cariño, admiración y respeto por su persona, no tiene límites.  Al día de hoy, somos una pareja más plena.

Si logramos que nuestro diario vivir, tuviéramos la intención de siempre ser mejores, disfrutar el momento, saber compartir la vida y sobre todo, poder conectarnos con nuestra fuente interna de felicidad y lograr compartir esto con los demás, no que queda ninguna duda, que estaremos en el camino correcto principalmente en lo que se refiere a dar.

Intente por un este tiempo abrir mi alma, hoy lejos de lo que me imagine, termino fortalecido y nunca vulnerable. Hice lo que hice con gusto. Pero siempre me quedo la duda si realmente  todo el tiempo “¿No sé lo que dije?”, pero ni modo “Ya lo dije”. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

De tengo hambre o receta del día


Ando de antojo y cuando se me antoja algo me da por poner las recetas, así por lo menos comparto mis gustos y tal vez puede que a alguien más se le antoje o se anime hacer de comer algo diferente y en lo personal muy sabroso.

Se me antojo un Falafel o Fálafel, es una croqueta, pequeña hamburguesa o bola la cual es frita en aceite de oliva y se elabora principalmente con garbanzos. Muy popular en Medio Oriente; en países como Egipto se elabora principalmente de habas, también es una excelente opción para el paladar.

Se puede servir como entrada o como bocadillo en pan árabe o pan pita caliente.

Los ingredientes:
Medio kilo de garbanzos o de habas secas peladas (remojadas en agua toda una noche)
2/3 de cebolla picada
½ taza de perejil fresco
½ taza de cilantro fresco
3 dientes de ajo picados
2 cucharaditas de comino molido
1 taza de pan rallado o de harina en cado de no tener pan rallado
1 cucharadita de bicarbonato o levadura en polvo
1 cuadradita de sal
1 pizca de pimienta negra
½ cucharadita de cayena molida (opcional)
Aceite el suficiente para freír.

Preparación:
Lavar con agua y escurrir los garbanzos o habas dejados en remojo la noche anterior.
Triturar directamente los garbanzos “sin cocer” o habas con la batidora o picadora junto con la cebolla, los ajos, el perejil, el cilantro fresco y un taza de agua. Mezclar hasta conseguir una textura espesa.

Anadir la sal, el comino molido, la pimienta, la cayena (opcional), el bicarbonato y mezclar un poco. Se deja reposar la mezcla unos 30 minutos.

Forme con la mezcla pequeñas bolas o mini hamburguesas, del tamaño de una pelota de ping pong. Aplástelas un poco. Si la mezcla le quedo demasiado húmeda por lo que le es difícil formar bolitas, se puede añadir un poco de pan rallado o harina de trigo.

Freír en abundante aceite de oliva a fuego medio/fuerte hasta que le queden dorados (5 a 7 minutos).

Se puede servir como entrada con Hummus o con Tahini o como plato principal. A mí me gusta más rellenar un pan árabe con falafel, lechuga, tomate, Tahini, sal y pimienta.

Si no tienen tiempo de elaborarlo, es muy fácil degustarlo en cualquier lugar donde sirvan comida libanesa.

Buen Provecho.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Del antidepresivo o de la felicidad falsa


Pues ahora resulta que el mendigo tratamiento para estabilizar todo lo que tengo en la sangre produce depresión; hágame usted el favor. Aparte de  todos los efectos secundarios que producen las inyecciones que me prescriben, y la lista es algo larga así que por esta vez la voy a omitir, aparte de todo uno anda triste, o más triste dependiendo de la persona.

Tengo que tomar una pastilla diaria todas las mañanas. El doctor no me dijo mucho de lo que debía sentir o no, solamente que me iba a ayudar en mi estado de ánimo. Y aquí es donde la puerca torció el rabo, como dirían en mi pueblo, se me ocurrió hacer algo que no debo, buscar en internet la literatura del medicamento.

Este fármaco está indicado cuando se presentan trastornos de ansiedad, que son: trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos obsesivos, repetitivos con comportamiento no controlado), trastorno por angustia (crisis de pánico, incluyendo los causados por agorafobia, que es el miedo a los espacios abiertos), trastorno de fobia social (tener miedo o evitar situaciones de contacto social), trastorno de estrés post-traumático (ansiedad causada por un acontecimiento traumático) y trastorno de ansiedad generalizada (sentir normalmente mucha ansiedad y nervio).

Pongámosle que hasta aquí todo está bien, y yo le seguí leyendo todo lo que son las contraindicaciones  que son muy básicas, no tomar alcohol, no embarazarse, no manejar maquinaria pesada o de precisión y cosas así y por el estilo.

Los efectos secundarios son los mismos de siempre, que si da vomito, nausea, mareos, dolores de cabeza, dolores articulares, dolores musculares, estreñimiento, diarrea, y tarde que temprano todo afecta al libido, como siempre.

Lo que no me gusto para nada fue lo que sigue y lo ponto textual: “Algunas veces, las personas que padecen depresión y/o sufren trastornos de ansiedad pueden tener pensamientos de autolesionarse o suicidarse. Éstos pueden aumentar cuando se empieza a tomar medicamentos antidepresivos por primera vez, ya que estos medicamentos tardan un tiempo en actuar.Ahora resulta que hasta suicida se vuelve uno.

Pero mi mayor problema con el antidepresivo es no poder sentir tristeza, entiendo que esa es su función, pero no puedo sentir. Ocurrió una situación de un fallecimiento, en el funeral veía como mucha gente lloraba, sabía que debía de estar triste, pero no sentí nada. Solamente miraba a mí alrededor y entendía todo lo que estaba pasando a mí alrededor, pero era muy ajeno a todo. Como si estuviera viendo, más bien, como si no estuviera viendo nada y nada me conmoviera.

De repente  me dan ataques de risa, supongo que es parte de esto. Ando tranquilo, no me preocupa nada. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

De la sal u otra cosa que mata


Es inevitable, por lo menos para mí, andar viendo para todos lados. Me gusta ver mi entorno y la gente que me rodea. Uno aprende mucho cuando sabe observar. Hay algo que me impresiona y pasa cada vez que voy a un lugar público a comer, no importa si es una pequeña fonda, un tabarete o un restaurante muy sofisticado; siempre hay alguien que toma el salero y prácticamente lo vacía en su comida. Y se supe ver que la comida parece estar “nevada” en sal.

¿Por qué hacen eso? Que ganas de echar a perder los alimentos con tal cantidad de sal. La comida pierde todo su sabor y simplemente sabe a sal. Aun peor, esta tipo de gente ni siquiera prueba un bocado para saber si tiene sal o no, solamente agarran el salero y con singular alegría espolvorean la comida de sal, mucha sal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que 6 gramos de es el consumo máximo de sal al día, cosa que está muy lejos de la realidad, ya que la media en el mundo es de entre 10 y 12 gramos.  Aquí es donde usted ya se esta diciendo para usted mismo, “Yo no le pongo sal a nada”, y tal vez, y no lo necesita para ingerir una mayor cantidad de sal que la recomendada, y que el 80% proviene de los productos envasados y precocinados.

La sal contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo, esto produce una presión extra sobre las arterias y favorece a la hipertensión. Otra vez, según la OMS la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón. Aparte de provocar insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago.

Es imposible no comer sal, y menos en climas calurosos donde la deshidratación es un peligro constante, pero esto no significa que tengamos que traer un salero en la bolsa para cuando se nos ofrezca.

Esta es la parte difícil para muchos, las recomendaciones. Esto dicen los que saben: quitar el salero de la mesa; no es una de las mejores estrategias, el que quiere le se puede parar a buscar el salero o la sal de donde sea que se guarde. Otra recomendación: cocinar sin sal; estamos tan acostumbrados a la sal, que lo primero que va a pasar es que, te vas a parar por el salero.

También se podrían comprar productos bajos en sales, que luego son un poco mas caros, esto no significa en ningún momento que sean 100% saludables, solamente que se supone que tienen menos sal.

La idea es que la sal no están buena, ni el azúcar, ni nada. Cada vez nos enteramos de que todo lo que hacíamos es dañino. Lo que no mata, engorda o da cáncer, así es que cada quien haga lo que su conciencia le dicte.

Bueno, eso digo yo. 

martes, 11 de septiembre de 2012

Del 11 de Septiembre o algo para recordar


El tema de hoy es casi obligado, el 11 de Septiembre del 2001 es un día que muchas razones me voy a acordar de él.

Mas allá de las filias y fobias, o si me cae bien o mal algo o alguien, la perdida de vida humanas siempre es una tragedia, no importando la causa. Para empezar la mayoría de las muertes violentas, realmente no tienen una causa que sea justificable ante el mundo.

La gente debería de fallecer tranquilamente en su cama o sentado viendo televisión, lo único que podría importar es llegar a tener una vida plena y terminar satisfactoriamente nuestra estadía en este mundo.

Ya si uno cree o no en una vida mejor después de lo que conocemos como vida, o una vida después de la muerte, eso ya es otra historia y no es el momento ni el lugar, o por lo menos no está en mi juzgar las creencias de los demás.

Recuerdo muy bien que las primeras noticias que escuche fueron en la radio cuando regresaba del hacer ejercicio. Un avión se había estrellado en una torre en la cuidad de Nueva York, no escuche mas, fue todo lo que se escucho en la radio.

Llegue a casa y seguí mi rutina como siempre, pero no pude evitar detenerme frente al televisor para seguir viendo las noticias. De hecho ya iba tarde al trabajo y entre las prisas y arrebatos, un segundo avión se había estrellado en las Torres Gemelas. Algo andaba mal, muy mal, dos aviones no podía ser un accidente; luego empezaron a comentar de un tercer avión que había caído en el Pentágono. 

Recuerdo, cosa curiosa, que no recuerdo en qué momento me termine de vestir, no podía despegar mi vista de la pantalla. Como haya sido baje las escaleras, tome las llaves del auto y en el preciso momento que iba abrir la puerta principal para salir disparado hacia la oficina, no pude, simplemente no podía girar la perilla.

Nunca había sentido ese tipo de miedo, muchas veces me he asustado por diversos motivos, pero en especifico este miedo jamás los había sentido y no lo he vuelto a sentir.

Cuando por fin salí a la calle, en automático gire la vista hacia el cielo, como si estuviera esperando que algo pasara o que un avión de la nada apareciera. Como si todas las profecías se fueran a cumplir en ese preciso instante.

Todo el día tuve ese sentimiento de temor.

Hoy vivimos con otros temores y miedos; ningún tipo de violencia se justifica

lunes, 10 de septiembre de 2012

De mi cumpleaños o una historia que no cuento


En toda familia hay historias que por su contenido, ya sea por vergüenza o por lo cómico o que sea una tragedia, se mantienen en secreto. Buena parte de estas historias pueden ser tragicomedias o alguna de las combinaciones de palabras que al final solo nos pueden expresar que ni es tan mala, pero tampoco es tan buena. Y por diversos motivos es causal de silencio.

Bueno pues en mi familia hay de esas historias al por mayor, casi creo que cada miembro de la familia tiene alguna anécdota que solo sirve para enrojecer los rostros del protagonista como de muchos de los oyentes. Lo que no se todavía es ¿Cuál de todas esas historias es lo suficiente cómica como para ser digna de ser contada  en público?

Me voy a meter en problemas, eso es un hecho. Entonces lo que podemos hacer es platicar algún cuentecillo personal totalmente inofensivo.

Hoy es mi cumpleaños y no solamente eso es cumpleaños de mi santa madre; si los dos cumplimos años el día de hoy. No, eso es mentira, solamente yo cumplo años el día de hoy, desde hace muchos años mi madre dejo de cumplir, por lo menos eso dice ella.

Cuando yo era niño y llegaba mi cumpleaños, como  todo niño era motivo de emoción, siempre le dice con mucha afectividad a mi mamá: “Mamá ya cumplo 6 años (o los que sea)” “¿Tu cuantos años cumples?”. Ella siempre me sonreía y me contestaba lo mismo: “Ya no cumplo, tú los cumples por mí.”

De ese momento en adelante yo siempre entendí que en cada casa existía un hijo que tenía la obligación de cumplir años por su mamá. De esa forma las madres se mantenían atemporales y jamás iban a envejecer y se mantendría fuerte y activa para siempre.

No recuerdo cuando fue que entendí que no era cierto eso de que un hijo debería de cumplir años por su mamá, pero si hoy pudiera yo los cumpliría todos los años por ellas.

No me gustan los regalos de cumpleaños, seria que Dios o el Destino me dio el regalo de conmemoran mi día de nacimiento con el de mi madre y ya no necesito de nada más. Todo mundo me dice que yo fui su regalo, pero no, ella fue la que me regalo la vida.

Así, que hoy es un día muy especial para mí, me toca festejar el cumpleaños de mi madre y el mío.  Por cierto también me toca doble rebana de pastel.