viernes, 23 de diciembre de 2011

Del bizcocho María o no muy buen historia


La galleta María es un tipo de galleta dulce muy típica de España y Portugal, que al día de hoy se elabora y comercializa en Costa Rica, Holanda, Ucrania, Bielorrusia, Turquía, Venezuela, México, Uruguay, Estados Unidos, Singapur, China, Malasia, Japón, entre otros.
No es más que harina de trigo, azúcar, aceite vegetal y vainilla. Al ser una galleta de tipo seca, es muy común que la gente la moje en leche sin que se deshaga tan fácilmente como otras, ya que su contenido de humedad oscila entre un 1 a un 6%. Son galletas pensadas para ser comidas en el desayuno, que eso va a diferenciar de región en región de donde  se consuman, de bajo precio y relativo bajo contenido de grasa y azúcar.  En principio son redondas y llevan grabado el nombre de “María” y/o la marca de quien las elaboro y bordes con diseños intrincados o muy elaborados. En general ya está muy estandarizado este tipo de galleta, todas son parecidas al fin y al cabo.
¿Por qué se llaman “María”? según la historia el 23  de enero de 1874 en el palacio de Invierno de San Petersburgo, la duquesa María Alexandrovna de Rusia contrajo matrimonio con el príncipe Alfredo de Sajonia Coburgo Gotha de Inglaterra, duque de Edimburgo, segundo hijo de la reina Victoria. Para tal conmemoración, el repostero inglés Peek Freans creó una galleta con la particularidad que llevaba el nombre de María impreso en la parte superior y pronto se hicieron populares.
Ahora en España la galleta apareció hace más de cien años, en un pueblo de Castilla donde Rafael Fontaneda, cuenta la leyenda ideo la forma y diseño las galletas en una modesta y pequeña confitería que hacia chocolates artesanales y galletas en hornos de leña y bizcochos a mana. Vaya usted a saber.
En México, al parecer nadie sabe a ciencia cierta quién fue el primero en producir tal galleta, uno dicen que fueron los hermanos Lance otros que los hermanos Lara, lo que registra la historia es que ambos lanzaron la galleta al mercado en 1920.
Y ya, eso es todo. No es mucho para ser sincero. Yo esperaba que fuera de esas historias de amor, traición, sexo clandestino, donde estuviera involucrada alguna María con un repostero. Ella rica, él pobre, y que la tal María al ver frustrado su amor se suicidara de la pena y el pobre repostero anónimo para recordar siempre su amor hice las galletas en su honor. Pero no así de sencilla fue la historia de hoy.
Creo que este es uno de los peores escritos ya he publicado hasta ahora, y no por su contenido, sino por su simpleza de historia. Bueno para mí beneficio, yo no la invente. Si hubiera sido una historia mía, hubiera incluido violencia, sexo, dinosaurios, balazos, sangre, mas sexo sin sentido, ninjas, todo lo que hace que una historia valga la pena. 

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