sábado, 3 de diciembre de 2011

Del apareamiento o no evolucionamos tanto

Hace muchos años, pero muchos, muchos años cuando la historia todavía no se escribía, supongo que por eso le dicen la pre-historia, el hombre andaba por el mundo medio encueradito, hay nomas mostrando parte de sus miserias, corriendo feliz por la vida dejando que todo flotara según los caprichos  de la naturaleza. Libre, sin ropa interior alguna que oprimiera nada.

Los machos salían a la caza de las presas grandes, un mamut es grande, siempre con la idea de regresar a un sitio fijo al que volver donde allí lo esperaría la hembra para procrear. Esto de procrear no creo, desde tiempos inmemorables a todas las mujeres le ha dolido la cabeza o no están en días hábiles o algo, pero hay cosas que ni el tiempo cambia. Pero sigamos con la parte romántica del relato.

Todo comenzaba con la fase pre-copulativa; este termino de la pre-copulación de oye bien científico, porque si le digo a una muchacha, “anda vamos a pre-copular” no creo que el resultado sea el deseado. Que consiste en contactos corporales en la soledad e intimidad; besos en la mejilla, uno que otro en los lóbulos de las orejas y labios. Entonces podemos entender que “irse a la obscurito” no es nada nuevo; con razón las madres le tienen tanto miedo que sus hijas se “vayan a los obscurito” con el novio.

Más tarde se suma al contacto labial  el manual, lo que provoca una gran excitación de ambos debido a la estimulación de la piel, la mano empieza a tocar la cara, pechos, pezones, nalgas y finalmente órganos genitales. De aquí el origen de los “mano larga”. Además es mucho cuerpo y uno solamente tiene dos manos.

Cuando se llega al fin de fase de precopulación pasa a ser copulación, ahora sí que 1, 2, 3 por mi y por todos mis amigos, cuando el macho introduce el pene en la vagina.  Ahora sí, atáscate ahora que hay lodo. Después el macho inicia una serie de empujes con la pelvis hasta llegar al máximo grado de excitación: el orgasmo, que puede variar entre unos pocos minutos del hombre  y de verdad que a veces son pocos minutos, hasta cuarto de hora de la mujer  o un poco mas dependiendo del caso.

Se producen cambios considerables en el macho, que son muy evidentes, como en la hembra: aumento de pecho en la hembra de un 20 por ciento; de esto no estoy muy seguro y tampoco se hagan muchas ilusiones, nadie pasa de ser copa A a D en 10 minutos, enrojecimiento de la piel en ambos casos, aumento de los órganos copuladores y el rubor sexual.

La madurez sexual llega en las hembras aparece vello en el pubis, ensanchamiento de las caderas, aumento del tamaño de los senos y capacidad de ovular. Mientras que los machos empiezan a crecer pelo en el cuerpo, especialmente en el pubis y en la cara; ensanchamiento de los hombros y la voz se hace más grave.

Para atraerse entre ambos utilizaban todos sus sentidos como señuelos: el tacto, como caricias y contactos suaves estimulan a la pareja; el olfato, se sabe que la hembra emite unos olores durante la copulación que hacen que el macho se excite; el oído, se emiten sonidos y jadeos que implican a los dos una excitación sexual; la vista, las hembras con sus protuberantes pechos y el hombre con musculoso cuerpo; está bien, como que esta ultima afirmación no están correcta, con sus cuerpos bastara.

La sociedad moderna ha tratado de cambiar y provocar cada vez más a la excitación sexual. Nos afeitamos la barba, nos cortamos el cabello, vestimos más sofisticado; ellas se depilan partes o todo el cuerpo; por cierto hay un tipo de depilado brasileño, no se dejen engañar, yo conocí a varias brasileñas y no estaban tan depiladas. Todo con el fin de hacerse y sentirse más atractivo... la sociedad cambia y los métodos de llamar la atención se modifica, pero al final hay cosas que siguen igual

1 comentario:

  1. Ay Bebe sin comentarios!!! la primera parte me dio pena ajena jaja ya al final me hiciste reir!!! Te amo!!

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