Si por algún motivo extraño de la
vida, al día de hoy no te has enterado que padezca una enfermedad, es parte del
tema de hoy, que si bien no es necesariamente mortal, bueno si lo es pero
solamente si no recibes atención médica adecuada a tiempo. Esta ultima
aseveración es la difícil, porque en mi caso no hay tumores ni hay dolor así
que caso fue más por cuestión de un habito de hacerme periódicamente análisis
clínicos. Bien decía que tarde que temprano iban a servir de algo; ahora
también es de esos gastos que parecen inútiles, pero aunque no se detecte algún
mal, es lo mejor que puede pasar.
En mi buena evolución de mi malestar,
porque aunque yo me siento como si me hubiera golpeada una horda de mujeres en
barata de primavera, los galenos que están a mi cuidado por lo menos coinciden
que voy por muy buen camino. Y que hay que seguir en la senda como lo hemos
hecho esta ahora.
Cada médico que me ha visto coincide
que hasta el día de hoy, no hay mejor tratamiento clínico y además que el
acompañamiento de nutrición y ejercicio físico ha sido el apropiado para mi
caso. Aclaro que para mi caso, porque no podría asegurar que se puede repetir
al pie de la letra. He visto gente con mi problema de sangre, al parecer es
similar, pero llevamos procedimientos muy diferentes, aunque hay similitudes, las
cosas no son igual.
La otra parte de mi tratamiento es la
parte afectiva, nunca me hubiera imaginado lo importante que resulta el tener
el apoyo moral. Yo sé que tengo el apoyo incondicional de mi familia de eso no
me queda ninguna duda. Y no nada más de ellos, sino de mucha gente y amigos,
que si bien me podría imaginar su solidaridad hacia mi persona, la palabra
“incondicional” toma un nuevo significado.
Aquí es donde supongo que digo de la gente que, sabiéndome con leucemia
y que estamos enojados y alejados, de manera milagrosa se acercaron a mí. Pues
no, eso no ha pasado, al que le caigo mal con o sin cáncer le sigo cayendo mal.
Hasta ahora no hay milagros y no los necesito, con la gente que tengo a mi lado
es más que suficiente.
Es bueno recibir muestras de afecto en
sus distintos envases; mensajes, llamadas por teléfono, abrazos, besos, palmadas
en la espalda, saludos efusivos, sonrisas, visitas inesperadas; regalos
sencillos como: café, donas, un helado, pastel, dulces, frutas. Muchos consejos
y recetas y muchas caras alegres.
Jamás lo hubiera imaginado, y lo
agradezco profundamente. En mi vida me imagine que tan querido puedo ser y que
de hecho lo soy. Siempre lo sospeche, pero les confieso algo, me hubiera gustado
no enterarme de esta forma. No así, no enfermo. Si esto tenía que ser de esta
forma, pues ni modo, bienvenido. Ya aprendí mi lección. Espero que no tener más
lecciones como esta.
¿Moraleja? Supongo que ninguna, este
es de esos casos que cada quien está destinado a entender o comprender lo que
mejor le acomode.
Todo bien?, ya sabes que aunque este lejos siempre contaras conmigo, OK?, te mando muchos abrazos, y cuidate mucho; dejate apapachar jeje
ResponderEliminar