viernes, 10 de agosto de 2012

De empezar de nuevo o rostros temerosos


Ya después de casi tres meses de vacaciones, vuelvo por fin al aula de clase, para impartir cátedra. Más bien es orientación, este semestre solamente voy a estar el frente de un grupo de jóvenes que, por ley, tienen que realizar su Servicio Social en alguna dependencia ya sea de gobierno o en alguna institución altruista sin fines de lucro.

Por este semestre los viernes es el día en que me toca ir a la Universidad para lograr que estos jóvenes retribuyan con su trabajo, algo a la sociedad. Me encantaría decir que es un proceso fácil, no lo es en absoluto. De entrada el alumno no quiere hacer o gastar su tiempo en grupos vulnerables, usualmente le tienen miedo a lo desconocido y temas como el hambre, la pobreza, la necesidad, son asuntos que no quieren saber nada de ellos.

Y con justa razón, bajo condiciones normales a nadie le gusta el sufrimiento y menos que se lo comparta un completo extraño. Difícilmente a uno de estos jóvenes que están a punto de salir al mercado labor, le gusta distraerse en labores no lucrativas y muchos menos que invertir su tiempo y a veces hasta un poco de dinero en realizar actividades que solamente le van a dar una satisfacción personal.

Hoy vi rostros nuevos temerosos de lo que va a suceder son ellos y otro tanto fastidiados de cumplir con un requisito que impone la ley para poder obtener su titulo como profesionistas. La verdad de varios lo único que si fue el temor a enfrenarse con una realidad que esta a escasos pasos. Vi el miedo al ser tocados y conmovidos por historias, que para muchos son verdaderas historias de terror.

Se resisten a tornase un poco mas humanos y dejarse llevar por el sentimiento y llorar y patalear y renegar de todas a cada una de las injusticias que no tienen nombre y que no pueden nombrar a un culpable más que al destino o a la circunstancias o directamente a Dios. Sentir es malo, es perjudicial para mucho de ellos, ser empático con el miserable o de con el digno de compasión, no se encuentra en su diario devenir.

Otra vez me va a tocar hacer labor de convencimiento que el ayudar no nos vuelvo susceptibles ante de los demás, que dar un poco de nosotros no es quedarnos vacios; al contrario en el Servicio Social, como lo plantemos todo un equipo de convencidos, el dar no es pobreza, al contrario el dar enriquece el alma.  

Ya hace 5 años que estoy en esta labor, que aunque mal remunerada, no lo hago por un dinero, lo hago plenamente convencido que tal vez mas un estudiante va a terminar siendo una mejor persona y yo cada vez un mejor guía. 

2 comentarios:

  1. Eres un maestro y guía increíble!!! Te amo!!!

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  2. Oh si, lo recuerdo bien..., jeje
    Recuerdo cuando entre a la uni, estaba llena de miedo y confundida si era mi vocacion o no; despues me cambie de uni y de carrera; me encontre con un profe poco convencional con el que me enoje muchisisisisimo en un examen pero con el tiempo se convirtio en mi guia y mejor amigo con el que me tomaba un delicioso cafe los domingos charlando larga y tendidamente. ;-D

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